Una alta funcionaria del Pentágono afirma que Ucrania debe empezar a pagar por su cuenta las armas que le ha suministrado Washington desde el inicio del conflicto.
“Ahora mismo no disponen [los ucranianos] de un presupuesto de esa magnitud (…), pero tenemos que conseguir que [los ucranianos] inicien su propia planificación del gasto de defensa”, afirmó el martes la asesora del secretario del Departamento de Defensa de EE.UU. para Asuntos de Seguridad Internacional, Celeste Wallander.
Hablando en una audiencia en el Comité de Presupuestos de la Cámara de Representantes, Wallander señaló que Washington no entregó a Kiev todas las armas solicitadas, al tiempo que las autoridades ucranianas “no han hecho ninguna compra importante a empresas estadounidenses”.
En este sentido, el congresista republicano por el estado de California, Mike García, declaró que la idea de que Ucrania adquiera armas en lugar de pedirlas gratis caería bien entre los contribuyentes estadounidenses, aunque admitió que Kiev está enfrentando dificultades económicas.
Las declaraciones de Wallander se producen luego que el interés por la transparencia de los fondos estadounidenses gastados en Ucrania siguiera cobrando fuerza.
El 22 de febrero, el Comité de Control y de Rendición de Cuentas exigió al Pentágono, el Departamento de Estado y la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) que presentaran informes sobre los gastos de ayuda a Kiev, para asegurarse de que esos fondos están “protegidos del despilfarro, el fraude y el abuso”.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer había dicho anteriormente que los legisladores estadounidenses aprobaron 113 mil millones de dólares en ayuda militar, económica y humanitaria para Ucrania el año pasado.
Desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, los países occidentales, encabezados por EE.UU. han brindado abierto respaldo al gobierno de Volodimir Zelenski en el sector militar, lo que, según Moscú, agrava la situación entre las dos partes del conflicto y pone a Ucrania al borde de un colapso.