Moscú dijo el lunes que las entregas occidentales de armas de mayor alcance a Kiev harían que Rusia hiciera retroceder a las fuerzas ucranianas más allá de sus fronteras, aumentando esencialmente las posibles pérdidas territoriales para Ucrania en la invasión.

Estados Unidos ha descartado el envío de fuerzas propias o de la OTAN a Ucrania, pero Washington y Reino Unido han acordado suministrar sistemas de misiles de precisión que tienen un alcance significativamente mayor que las armas anteriores que entregaron.

Washington está suministrando a Ucrania sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad M142, o HIMARS, y Reino Unido suministrará sistemas de lanzamiento múltiple M270. También Reino Unido ha confirmado este mismo lunes que también enviará misiles a Kiev.

«Cuanto mayor sea el alcance de los sistemas que se entregarán, más alejaremos a los nazis de esa línea desde la que pueden llegar las amenazas a los rusoparlantes y a la Federación Rusa«, dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una conferencia de prensa.

Desde el inicio de su invasión, que sigue calificando de «operación militar especial», Rusia ha dicho en repetidas ocasiones que pretende limpiar Ucrania de «nazis». Kiev y sus partidarios occidentales afirman que estas afirmaciones son ficticias y que Ucrania lucha por su supervivencia contra un acaparamiento de tierras al estilo imperial.

El presidente Vladimir Putin advirtió a Estados Unidos en una entrevista emitida el domingo que Rusia atacaría nuevos objetivos si Occidente suministraba a Ucrania misiles de mayor alcance para utilizarlos en sistemas de cohetes móviles de alta precisión.

El alcance de los sistemas de misiles depende de las municiones utilizadas en ellos. Los sistemas HIMARS tienen un alcance máximo de 300 km o más, pero los misiles suministrados por Estados Unidos tienen un alcance de poco más de 64 km, el doble del alcance de los obuses que suministró.