“No es aceptable que en EE.UU. a día de hoy los muy ricos se vuelvan mucho más ricos, mientras las familias trabajadoras luchan. No más economía de austeridad. Necesitamos una economía que funcione para todos, no solo para unos pocos”, escribió la noche de domingo Sanders en su cuenta de Twitter.
El legislador demócrata continuó su mensaje refiriéndose a una serie de estadísticas de EE.UU. para sustentar sus consideraciones.
Según estas estadísticas, 140 millones de estadounidenses se consideran de bajos ingresos y 92 millones de personas no pueden costearse una consulta médica de atención primaria.
Las cifras mencionadas por Sanders muestran que unos 50 millones de ciudadanos estadounidenses se encuentran en una situación precaria de sufrir hambruna por no poder comprar alimentos y, al tiempo de que, unos 40 millones corren el riesgo de quedarse sin vivienda por ser incapaces de abonar sus correspondientes cuotas mensuales de hipotecas o alquileres, dependiendo de cada caso.
Por último, el político señala que mientras estas cifras reflejan la cruda realidad al que se enfrentan a diario una gran mayoría de la clase trabajadora estadounidense hay al menos 650 multimillonarios norteamericanos que han podido mejorar sus finanzas enriqueciéndose aún más para convertirse en mil millonarios.
La propagación de la pandemia de nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, en Estados Unidos desde marzo de 2020 ha obligado a muchos negocios a cerrar. El porcentaje de estadounidenses en paro, clasificados como desempleados permanentes, aumentó al 35,6 % en septiembre frente al 11,1 % de abril.
Las pérdidas de empleos permanentes registradas en el mercado laboral estadounidense durante la pandemia han repercutido tanto a nivel económico como social y, es allí donde, Sanders ha estado criticando durante mucho tiempo a la anterior Administración republicana de Donald Trump por su caótica y mala gestión sanitaria que llevo a cabo para controlar y mitigar los estragos del virus entre la población del país, una política heredada por el Gobierno demócrata de Joe Biden, que según parece debe subsanarlo por las advertencias del senador de Vermont.