¿Qué tipo de Govern prevé que tendrá Catalunya tras las elecciones?

Lo que deseo claramente es un gobierno de izquierdas. Hace mucho tiempo que tenemos en Catalunya un gobierno que no está dando respuestas a las necesidades que hay encima de la mesa. Hay debates importantes que se han ido posponiendo, como el modelo productivo del país o que tenemos un sistema económico que es injusto y que está dejando a mucha gente atrás. La principal fractura que tiene Catalunya es la desigualdad y necesitamos darle una salida progresista, por la izquierda, a la crisis que tenemos.

También necesitamos un gobierno que crea en la mesa de diálogo. Hemos conseguido arrastrar al Partido Socialista, pero durante todo este tiempo hemos visto como Junts per Catalunya no creía en ella. Necesitamos que en los dos gobiernos haya fuerzas que crean en el diálogo como la única manera de canalizar la solución al conflicto entre Catalunya y España. Y necesitamos un gobierno que ponga a las personas y a los cuidados en el centro y que entienda que la transición ecológica ya no es para dejar un futuro mejor, sino que es el gran impulso para que la gente no pierda su trabajo en la industria y necesitamos también dar protección a los pequeños y medianos empresarios.

¿Qué papel puede tener la mesa de negociación en la resolución del conflicto político?

Para nosotros es una mesa que es urgente, porque arrastramos un conflicto desde hace mucho tiempo, que está generando mucho sufrimiento y hay temas por resolver. Obviamente lo primero es la libertad de los presos políticos, la entendemos como una urgencia en términos humanitarios, porque hablamos de la vida de personas; en términos jurídicos, porque retorcieron el código penal para poderlos condenar por sedición; y en términos políticos, porque si queremos que en la mesa de diálogo haya una negociación sincera, necesitamos la libertad de los dirigentes independentistas.

Hasta que consigamos el referéndum no podemos quedarnos de brazos cruzados y por eso necesitamos un calendario de reuniones, un plan de trabajo y una propuesta, que debe ser acordada por los dos gobiernos y votada por los catalanes. Necesitamos poder avanzar en el autogobierno, el blindaje del catalán y en la reforma del sistema de financiación para poder mantener adecuadamente los servicios públicos, porque es un sistema que es injusto con Catalunya y vemos como hay otros territorios que se están aprovechando de este sistema, mientras en paralelo están haciendo dumping fiscal.

Esta propuesta de mejora del autogobierno, blindaje competencial y reforma de la financiación suena un poco a la música del Estatut de hace 15 años.