Mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (MATEP)
(Seguridad Social) Asociaciones, «sin ánimo de lucro«, autorizadas por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y con responsabilidad mancomunada, constituidas por empresarios para colaborar en la gestión de la Seguridad Social, entre otros, en los siguientes aspectos:
Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Prevención y recuperación.
Colaboración en la gestión económica de la prestación de incapacidad temporal por contingencias comunes.
En cuanto a los requisitos para su constitución: al menos 50 empresarios y 30.000 trabajadores con un determinado volumen de cotización, que limiten su actividad a los ámbitos de colaboración establecidos en la LGSS y que presten fianza, solicitarán autorización al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, acompañando para ello la documentación referida en el art. 13 RD 1993/1995, de 7 de diciembre. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, previa comprobación de los Estatutos de la Mutua y del cumplimiento de los requisitos legales, procederá a la aprobación de la mutua y de sus estatutos.
Los recursos principales de las Mutuas son:
Las cuotas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, que recauda para ellas la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) y que son a cargo exclusivo de las empresas.
Un porcentaje de la cuota por contingencias comunes, que reciben como contra- prestación por la gestión de la prestación económica de incapacidad temporal derivada de las contingencias comunes que realizan.
Los recursos, distintos de las cuotas de Seguridad Social, destinados a financiar su actividad como Servicios de Prevención Ajenos, que proceden de las cantidades que perciban directamente las mutuas como consecuencia de los conciertos que puedan suscribir con sus empresas asociadas.
En cuanto a los orígenes de las MATEP, la Ley de Accidentes de Trabajo, de 30 de enero de 1900, obligó por primera vez a las empresas a indemnizar a los trabajadores que se accidentasen como consecuencia del trabajo. Los empresarios, para asegurar el cumplimiento de esta obligación, se asociaron entre sí constituyendo las primeras Mutuas de Accidentes de Trabajo.
El seguro de accidentes de trabajo se convirtió en obligatorio con la Ley de Accidentes de Trabajo, de 4 de julio de 1932, la gestión del seguro se realizaba por las mutuas de accidentes en competencia con las compañías mercantiles de seguros privados.
La Ley de Bases de la Seguridad Social, de 28 de diciembre de 1963, estableció un sistema de protección social único incorporando en el régimen público la cobertura del seguro de accidentes de trabajo. Dicha Ley prohíbe la actuación de las compañías privadas de seguros y la gestión se hace pública (entidades gestoras), pero se permite la colaboración en la misma de las mutuas de accidentes, entidades de naturaleza privada pero «sin ánimo de lucro» y por tanto con fines compatibles a los perseguidos por el Sistema de Seguridad Social.
De todas las teorías ‘conspiranoicas’, una de las más persistentes en el tiempo y afortunada en cuanto al número de personas que la defienden es la de la entrada masiva de heroina en el País Vasco a principios de los ochenta para adormecer «a la juventud combativa». Una tesis que se ha sostenido sin grandes argumentos durante décadas y ha tenido un notable éxito entre los simpatizantes de la izquierda más escorada a los márgenes del sistema. Desde principios del siglo XXI, Juan Carlos Usó, con diversos artículos y varios libros (en especial ‘¿Nos matan con heroína?’, Libros Crudos, 2015), ha rebatido esta creencia. Pero, precisamente, la aparición de sus análisis ha hecho que surja un potente ‘contraataque’ que tomó cuerpo en forma de libro en 2016: ‘A los pies del caballo: narcotráfico, heroína y contrainsurgencia en Euskal Herria’ (Txalaparta, 2016), de Justo Arriola, una especie de biblia documental que resume todas y cada una de las patas en las que se sustenta esta extendida creencia.
Me sorprende que gente potente, como Usó o Escohotado, lo nieguen. Es muy gratuito que digan que todo es un cuento chinoArriola está ahora intentando aparcar en el concurrido (y complicado desde el punto de vista vial) barrio de Lavapiés. Cuando lo consigue, atiende a El Confidencial por teléfono para explicar el por qué de su publicación. El autor, operario en una fábrica de Elgoibar (Guipúzcoa), llevaba participando, con el seudónimo Txus, en diversos foros de Internet desde 2014 que discutían (en ocasiones de forma muy acalorada aunque fuera por escrito) sobre la realidad o mito de que el Estado introdujo las drogas duras en Euskadi para neutralizar a unos jóvenes demasiado rebeldes. La participación de Arriola, un discutidor apasionado, le llevó a ir recopilando datos que avalasen su convicción: «Lo que hemos vivido en Euskal Herria todos lo hemos visto con nuestros propios ojos«. Así, a base de ir preparando material de guerra dialéctico para rebatir a quienes no estaban de acuerdo con él (casi todos los demás participantes en el foro), fue acumulando documentación diversa. De hecho, la espoleta definitiva para escribir el libro fue la continua invitación a ello de los discrepantes.
El autor, nacido en 1966, lo tiene todo muy claro a estas alturas. Nada de ‘conspiranoia’, es todo puro sentido común. «Lo que me sorprende es que gente académicamente potente, como Juan Carlos Usó o Escohotado lo nieguen. Me parece muy gratuito que digan que todo es un cuento chino«, se lamenta el guipuzcoano, que considera que hay argumentos «y sólidos» para seguir manteniendo la tesis que el propio Juan Carlos Monedero, uno de los fundadores de Podemos, ha verbalizado en alguna ocasión (con grandes críticas, e incluso chanzas, por cierto).
Indicios y pruebas
Pero vayamos a los argumentos sólidos: «Está el caso de la policía de Deba, por ejemplo», dice Arriola. Se refiere a una declaración del jefe de los agentes locales de esa población, que aseguró que guardias civiles ofrecían droga gratuita, heroína para ser más precisos. La policía local siguió a los camellos-guardias en varias ocasiones y su destino de regreso final fueron los cuarteles de Intxaurrondo o La Salve. También recurre al célebre «informe Navajas», un documento que denuncia varias tramas de narcotráfico relacionados con las fuerzas de seguridad. Y otro de los puntales es la declaración de un narco turco que aseguró que la Guardia Civil le escoltaba y facilitaba 15 kilos de heroína cada semana para introducirlos en el País Vasco. Hay más argumentos, pero esos son los más concretos.
El libro de Arriola, muy extenso, se detiene en muchos otros casos en los que las drogas se han usado como instrumento de control (o descontrol) de una población. Es decir, que no niega que eso haya sucedido en otras partes y en otros tiempos. «Yo suelo hacer un paralelismo con la tortura: claro que ha existido siempre y en todas partes, pero en algunos lugares el poder lo ha implementado de manera más intensa, aunque sea un fenómeno global», comenta el autor al respecto. La idea del libro es partir de lo más alejado y general a dedicar un capítulo a su propio pueblo, Elgoibar, que ciertamente muestra unas cifras de fallecidos por SIDA verdaderamente anómalas y difíciles de explicar desde la lógica.
En la lucha sucia contra ETA también hubo quien se lucró con los fondos reservados, aunque el motivo de fondo no fuera el interés económico
Sobre la objeción de Usó y otros poco crédulos de esta hipótesis que señalan a que la intervención de las fuerzas de seguridad en muchas partes del país se debió a que las mafias necesitan la connivencia de esta y la corrompen con facilidad, Arriola no lo niega, pero piensa que no es excluyente: «Por un lado entiendo que había interés por parte de los cuerpos de seguridad de participar en el reparto de una ganancia económica, pero también se combina con motivos políticos. Puede haber un interés de lucro, pero no solo. Coexisten ambos motivos». A ese respecto también recuerda que en la lucha sucia contra ETA también hubo quien se lucró con los fondos reservados, aunque el motivo de fondo no fuera el interés económico.
Otro punto débil de sus tesis, el hecho de que al mismo tiempo que profileraban los ‘yonquis’ en Euskadi también lo hacían en casi cualqueir otra zona desindustrializada de la península en aquellos años (Madrid y la cuenca minera asturiana, principalmente), tampoco desanima a Arriola, que en este caso sí aporta un argumento algo distintivo: la conspiración no fue solo contra Euskadi, aunque es en lo que él se centra por proximidad geográfica y sentimental. «Yo no niego que también haya pasado en otros sitios, por ejemplo, la permisividad en ciertos barrios obreros de Madrid, pero pudo ser por la misma causa, por desmovilizar a gente incómoda».
Perder interés por la bronca
Ahora bien, el autor tiene respuestas para casi cualquier situación en la que se señale un punto débil. Por ejemplo, si se le pregunta si consiguieron su objetivo, si realmente el estado se salió con la suya y si no fuera por esa trapacera maniobra hubiese habido una revolución, Arriola replica: «Pues en parte sí consiguieron su objetivo. Los que cayeron era gente que iba a las manifas, protestaban y luego perdieron interés por la bronca con el consumo de las drogas. Si eran 10.000 chavales podían haber sido muchos de ellos parte de la insurgencia. Y otros no, claro. Algunos entraron tan jóvenes, como el caso de un chaval de 13 años, que no se sabe…».
En cualquier caso, Arriola ha hecho un trabajo extenso que no cierra el asunto, pero puede dar más leña al fuego de una polémica que parece que aún sigue viva.
Ha tardado, pero la cifra de fallecidos en las residencias de la Comunidad de Madrid ha llegado. Por el momento, no existen datos pormenorizados sobre la situación en cada una de las residencias de la región, pero el terror que se está experimentando en estos centros de mayores ya cuenta con una dimensión tangible: 4.750 muertes, de las que 4.260 habrían muerto con coronavirus diagnosticado o síntomas del del virus.
La cifra de residentes de los centros de mayores que han fallecido con un diagnóstico definitivo, tras dar positivo en Covid-19, son únicamente 781. Sin embargo, y tal y como ha reconocido el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, los 3.479 fallecidos restantes presentaban síntomas visibles y palpables de contagio.
Junto a las UCI, las residencias se han convertido en el principal foco de contagio de la región. Las cifras son abrumadoras: el jueves 26 de marzo, la Comunidad de Madrid cifró el número de muertes en 1.065. Después, y pese a la organización en torno al mando único ejercido desde la Consejería de Sanidad o la intervención de la UME, la cifra se ha multiplicado por cuatro aproximadamente en apenas dos semanas.
La virulencia de la situación ha llegado a provocar el malestar de los grupos parlamentarios con representación en la Asamblea de Madrid. Mientras la oposición se queja de la opacidad de la información, Ciudadanos se siente molesto con su socio de Gobierno por la retirada de competencias que ordenó Isabel Díaz Ayuso. Los naranjas recuerdan que dieron la voz de alarma con anterioridad, reclamando la intervención estatal y del ejército cuando avistaron que se reproducía un patrón común en las residencias. Entonces, el PP desechó la idea.
“Las cifras son mucho más altas que un mes ordinario, porque cuando el virus entra en una residencia hace verdaderos estragos. “Por eso es tan importante que las personas mayores se protejan: son el estrato poblacional más vulnerable a esta pandemia, que lamentablemente es letal para ellos. En apenas 24 horas, una persona mayor puede pasar de estar bien a perder la vida. Son datos demoledores contra los que estamos luchando”, ha explicado Ignacio Aguado este miércoles.
Tras la petición pública del Gobierno de España y la evidencia de que la Comunidad de Madrid se mostraba incapaz de hacer un recuento oficial de fallecidos en las residencias, Aguado ha salido al paso confirmando que la administración autonómica proporcionará datos en las residencias dos veces a la semana.
Un día más, los datos de fallecidos en las residencias han quedado sin hacerse públicos. Simón ha reconocido que la fecha límite para que las autonomías entregaran los datos de las residencias venció la pasada semana «pero el análisis de las residencias es más complejo que el del resto porque hay muchos más factores que en el resto de grupos. Cuando podamos hacer ese análisis ofreceremos los datos».
El Consejo de Gobierno de mañana se celebrará en Sanlúcar, aunque los consejeros pernoctan esta noche en la localidad tras cenar en el restaurante Casa Bigote
REDACCIÓN Lunes, 25 de marzo de 2019
Primera reunión en el Palacio de San Telmo del Consejo de Gobierno de la Junta.
El Gobierno andaluz que preside Juanma Moreno sale por segunda vez de Sevilla para celebrar un Consejo de Gobierno, esta vez en Sanlúcar de Barrameda, pueblo natal del vicepresidente Juan Marín y sede de la Fundación Casa de Medina Sidonia, donde tendrá la reunión gubernamental, tras la cual está prevista la firma del Protocolo General de Colaboración para la Conmemoración del V Centenario de la I Circunnavegación de la Tierra.
Aunque la hora de llegada de los consejeros mañana al Palacio de los Guzmán, sede de la Fundación, es las 9:15 y el viaje en coche de Sevilla a Sanlúcar apenas dura una hora y cuarto, el Gobierno andaluz hará noche en la localidad gaditana, donde a las 22 horas está prevista una cena en el afamado restaurante Casa Bigote.
Conscientes seguramente de que las facturas de comidas oficiales a base de marisco las carga el diablo, desde la cuenta oficial en las redes sociales de la Junta de Andalucía se aseguraba hoy que cada consejero se pagará lo suyo.
Recomendado en todas las guías turísticas y gastronómicas, Casa Bigote es descrito así en el portal Gurmé Cádiz, que publica el diario La Voz de Cádiz: “Su carta se fundamenta en el marisco fresco con especial protagonismo de los langostinos de Sanlúcar, las gambas blancas, cigalas, bogavantes o almejas. Mención especial merecen algunas especialidades como el paté de mojama de atún”.
A su llegada a la Fundación Casa de Medina Sidonia, el Gobierno será recibido por la presidenta de la misma, Liliane Dahlmann, y por el duque de Medina Sidonia, Leoncio González de Gregorio y Álvarez de Toledo.
El protocolo sobre el V Centenario de la Circunnavegación será suscrito por el presidente de la Junta, los presidentes de la Diputaciones de Sevilla y Cádiz, el alcalde de Sanlúcar y el teniente de alcalde de Sevilla Antonio Muñoz.
El Servicio Andaluz de Salud ha habilitado un nuevo sistema para canalizar las ayudas que los ciudadanos están ofreciendo y facilitar las donaciones económicas para colaborar con los gastos adicionales que está afrontando la sanidad pública andaluza en la lucha contra la pandemia de COVID-19.
Para ello, se ha habilitado un formulario ‘on line’ al que se puede acceder en http://lajunta.es/2acq5 donde se podrá realizar la donación (bien con tarjeta o con la modalidad de cargo en cuenta) sin necesidad de indicar la cuenta corriente del SAS ni enviar un correo electrónico previo que explique el ofrecimiento que quiere realizarse como se venía haciendo hasta ahora. El objetivo es facilitar las donaciones por parte de particulares o las iniciativas de microdonaciones,
Una vez que se accede al formulario ‘on line’ de donación, los ciudadanos sólo deberán rellenar sus datos y el importe a donar, después el sistema le pedirá si desea realizar el pago mediante cargo en cuenta o a través de pago con tarjeta. Para realizar las donaciones por esta vía es necesario contar con certificado digital.
En cualquier caso, también continuará operativo el correo electrónico clog.sc.sspa@juntadeandalucia.es para realizar las donaciones que se deseen, siguiendo el procedimiento ordinario mediante transferencia en la cuenta ES89 2100 8688 7002 0008 4298, Se deberá indicar en el concepto: Apoyo Pandemia Covid-19 y se identificará la entidad que lo realiza.
Desde el SAS se agradece a toda la ciudadanía las muestras de solidaridad y su colaboración con el sistema sanitario y se pretende facilitar que esa colaboración pueda realizarse de forma organizada y con las máximas garantías de seguridad.
«Francia dice que es el «plan económico más importante de la historia»
Publicado:
El presidente del Eurogrupo ha especificado que el paquete de medidas adoptadas consta de tres redes de seguridad: para gobiernos, trabajadores y empresas.
El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, ha anunciado este jueves a través de su cuenta en Twitter que la Unión Europea ha aprobado desbloquear más de 500.000 millones de euros como respuesta al coronavirus.
«Excelente acuerdo entre los ministros de Finanzas europeos sobre la respuesta económica al coronavirus: 500.000 millones de euros disponibles de inmediato. Un fondo de estímulo por venir. Europa decide y hace frente a la gravedad de la crisis», escribió Le Maire.
Bruno Le Maire
✔@BrunoLeMaire
Excellent accord entre ministres des Finances européens sur la réponse économique au #Coronavirus : 500 milliards d’euros disponibles immédiatement. Un fonds de relance à venir. L’Europe décide et se montre à la hauteur de la gravité de la crise.
De ese modo, el consejo de ministros de Finanzas de la zona euro ha acordado un plan de apoyo para la economía europea, en el contexto de la pandemia de coronavirus. El presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, ha señalado que la videoconferencia «terminó con aplausos» una vez fue aprobada la medida. Por su parte, Le Maire ha subrayado que Europa ha acordado «el plan económico más importante de su historia».
«El plan económico que acabamos de adoptar es el plan económico más importante y más rápido que la Unión Europea ha adoptado en su historia», dijo el ministro francés durante una teleconferencia con periodistas.
Tras el anuncio, la ministra de Asuntos Económicos de España, Nadia Calviño, ha señalado que se ha alcanzado un buen acuerdo en el Eurogrupo con «una triple red de seguridad«. Asimismo, ha declarado que el organismo continuará trabajando en mecanismos financieros comunes para garantizar la recuperación económica.
Centeno ha especificado que el paquete de medidas adoptadas consta de tres redes de seguridad: para gobiernos, trabajadores y empresas. De ese modo, el Banco Europeo de Inversiones apoyará con 200.000 millones de euros en préstamos a las empresas de la Unión Europea, el fondo de rescate para gobiernos es de hasta 240.000 millones de euros, en términos estandarizados y el esquema de apoyo para trabajadores canalizará 100.000 millones de euros para ayudar a mantener los empleos.
Asimismo, el presidente del Eurogrupo ha enfatizado que se aplicarán los esfuerzos necesarios para que el suporte del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus siglas en inglés) esté operativo en 2 semanas y ha subrayado que este plan de emergencia tendrá que proteger tanto el ámbito económico como el social, a medida que la UE se irá «sumergiendo en una recesión».
En sus declaraciones, el político ha hecho un hincapié en que el próximo presupuesto de la Unión Europea será el componente clave de la estrategia de recuperación, así como un fondo de recuperación, que será «temporal, dirigido y ayudará a diferir los costos de la crisis a lo largo del tiempo».
Por su parte, el ministro de Finanzas de Italia, Roberto Gualtieri también ha mostrado su apoyo a las medidas a través de un mensaje en las redes sociales: «Presentaremos un plan ambicioso al Consejo Europeo», escribió Gualtieri. «Lucharemos para que sea una realidad«.
Roberto Gualtieri
✔@gualtierieurope
Messi sul tavolo i bond europei, tolte dal tavolo le condizionalita del #Mes. Consegniamo al Consiglio europeo una proposta ambiziosa.
Ci batteremo per realizzarla. #Eurogroup#eurogruppo
Después de largas e intensas conversaciones en los últimos días, el Eurogrupo llegó a una buena conclusión hoy. Hicimos acuerdos razonables para que Europa y los Países Bajos enfrenten la coronacrisis«, anunció el ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra.
Wopke Hoekstra
✔@WBHoekstra
1/6 After long and intense conversations the last couple of days, the #Eurogroup came to a good conclusion today. We made sensible agreements together for Europe and the NL to face the #coronacrisis.
Hoekstra señaló que el «paquete integral» ayudará a los estados miembros de la UE a «financiar los costos médicos» y «construir economías nacionales a largo plazo».
Norte contra Sur:
La reunión de este jueves se produjo después de una frustrada videoconferencia, de más de 16 horas, el martes entre los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), celebrada tras la ya infructuosa cumbre de los líderes de los Veintisiete del pasado 26 de marzo.
Como ya ocurrió a finales de marzo, los países del norte, esta vez con Holanda a la cabeza, y del sur de Europa chocaron frontalmente. El Sur estaba dispuesto a aceptar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), pero países como Holanda y Austria exigían condiciones a cambio del préstamo. España ha cedido a que los requisitos sean mínimos, mientras que Italia no daba su brazo a torcer por las contrapartidas que pueden acarrear.
Cansados ya de hablar de la deuda de Grecia, hablemos, por ejemplo, de la de Alemania, su «gran rescatadora» para beneficio de la ingeniería financiera y para tranquilidad de los mercados.
Para hablar de esta deuda, no hace falta recurrir a argumentos de carácter moral o cultural, que, pese a su solidez y su certeza, podrían ser tildados de retóricos por algunos cretinos; bastará con hablar de dinero; nada de sentimentalismos: real money.
¿Saben ustedes cuál es el país europeo que más rotundamente y con más éxito se ha negado de forma reiterada al pago de sus deudas? No es otro que Alemania. Y no se trata de deudas derivadas de la mera especulación financiera, sino de deudas derivadas de indemnizaciones de guerra: es decir, de deudas contraídas por haber invadido, destruido, saqueado y matado.
Tras el Tratado de Versalles (1919), la Alemania perdedora de la I Guerra Mundial fue condenada a pagar reparaciones de guerra a los aliados por valor de 226.000 millones de marcos de oro, una cifra imposible, fijada con el fin de castigar a la belicosa nación y de poner freno a una rápida recuperación que pudiera verse seguida de nuevas hostilidades. Entre 1924 y 1929, la república de Weimar se mantuvo casi exclusivamente de los préstamos recibidos de Estados Unidos (más de un billón de dólares), destinados en parte a sufragar las indemnizaciones señaladas. Pero la situación para Alemania se hacía insostenible, y el crack del 29, además de enormes pérdidas para los prestamistas, abrió la posibilidad a la renegociación de la deuda: así pues, en 1930 (Plan Young), esa ingente obligación de pago quedó formalmente reducida… a la mitad (112.000 millones). Entre 1931 y 1932, y dada la situación de la economía mundial, EE.UU. decide condonar las deudas de guerra a Francia y Reino Unido, quienes, a su vez, renuncian como acreedores a buena parte de la deuda alemana (Moratoria Hoover y Negociaciones de Lausanne). Resumiendo, en 1932, Alemania consiguió una reducción neta de más del 98{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} de las deudas a las que le obligaba haber puesto en marcha la I Guerra Mundial, y en 1939, cuando pone en marcha la segunda, la Alemania de Hitler suspende unilateralmente todos los pagos, incluido el de este 2{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea}.
Acabada la II Guerra Mundial, la historia se repite: Alemania es condenada a pagar cuantiosísimas indemnizaciones de guerra, pero, en el célebre Tratado de Londres (1953), los EE.UU., deseosos de convertir a la nueva Alemania federal en un pilar de la OTAN frente al bloque soviético, consiguen «convencer» a 20 países –entre ellos Grecia– para que accedan a una condonación «de facto» de todas las deudas alemanas derivadas de la Gran Guerra. Sin embargo, este extraordinario tratamiento de favor –y las favorables políticas extranjeras para que el país «perdedor» recuperase pronto el superávit comercial– no fueron obstáculo para que Alemania siguiera reclamándole a una Grecia invadida, expoliada por sus tropas y con un millón de muertos… todas las deudas anteriores a la guerra desde 1881. No fue obstáculo para que, en 1964 -y con la ayuda de Georgios Papandreou (abuelo) y Kostas Mitsotakis–, Alemania consiguiera el reconocimiento de esas deudas por parte del gobierno griego, engrosadas además con una altísima prima de riesgo que hace que aún las estemos pagando. Y tampoco fue obstáculo para que, en 1990 –cuando la unificación de Alemania obligaba a revisar los términos del Tratado de Londres y a retomar el pago de las indemnizaciones congeladas en virtud del mismo–, la Alemania de Kohl se negase nuevamente a pagar la mayor parte de esa «vieja deuda» y países como Grecia siguieran sin encontrar justicia.
No nos engañemos con falsas lecciones de moral: el llamado «milagro» de la economía alemana se basa primordialmente en el impago reiterado de sus deudas por indemnizaciones de guerra. Y digo, primordialmente, porque deberíamos referir también, como cimientos del «milagro», la prosperidad adquirida por la explotación del trabajo forzado en 78 campos de concentración por colosos económicos como Krupp, Thyssen, Volkswagen o I.G. Farben. Padre este último de gigantescas multinacionales como Bayer, Agfa o Aventis, que siguen dando muestras de buenas prácticas en el mundo globalizado de hoy (como también Neuman, Siemens, SLC Germany GmbH, etc., por no hablar de la industria armamentística alemana, tan boyante entonces como ahora).
Más allá de las hipocresías, la pregunta es la misma de siempre: ¿quién debe a quién?
El objetivo es desbloquear un paquete de medidas económicas de más de 500.000 millones de euros. Hasta ahora no se ha conseguido un acuerdo.
Mientras el coronavirus azota con fuerza y los muertos se cuentan por miles, los líderes europeos siguen sin alcanzar un acuerdo. Este jueves, las miradas están puestas en la nueva reunión del Eurogrupo, que se inició esta tarde por videoconferencia.
El objetivo es desbloquear un paquete de medidas económicas de más de 500.000 millones de euros para hacer frente a la crisis originada por la pandemia. De no conseguirlo, la estabilidad de la zona euro se verá amenazada.
Los ánimos no son buenos. La reunión se produce después de una frustrada videoconferencia, de más de 16 horas, el martes entre los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE), celebrada tras la ya infructuosa cumbre de los líderes de los Veintisiete del pasado 26 de marzo.
Las negociaciones del martes se iniciaron con un plan de rescate sobre la mesa: 240.000 millones de euros en préstamos del fondo de rescate del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), 200.000 millones del Banco Europeo de Inversiones destinados a empresas y cerca de 100.000 millones de euros a los trabajadores a tiempo parcial.
Pero ni siquiera se logró un consenso sobre este paquete calificado por Mario Centeno, presidente del Eurogrupo, como «el más importante y ambicioso jamás preparado».
Como ya ocurrió a finales de marzo, los países del norte, esta vez con Holanda a la cabeza, y del sur de Europa chocaron frontalmente.
El Sur está dispuesto a aceptar el MEDE, pero países como Holanda y Austria exigen condiciones a cambio del préstamo. España ha cedido a que los requisitos sean mínimos, mientras que Italia no da su brazo a torcer por las contrapartidas que pueden acarrear.
«Los coronabonos»
España e Italia son los dos países europeos más afectados por la pandemia. Ambos propusieron una suerte de ‘plan Marshall’, y piden actuar de manera coordinada para reactivar la economía. Que haya solidaridad financiera y que se pacte un instrumento de deuda común para el conjunto de la UE y emitida por una institución comunitaria: los «coronabonos».
Pero en el Norte, con Alemania y Holanda al frente, más proclives a la disciplina fiscal que los países del Sur, se niegan en rotundo a la mutualización de deudas y riesgos.
«Países Bajos estaba, está y estará en contra de los coronabonos porque aumentan los riesgos en Europa, en lugar de reducirlos», escribió en Twitter el ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra.
Sobre este asunto, el titular alemán de Finanzas, Olaf Scholz, reafirmó su rechazo a la mutualización de la deuda y abogó por reactivar la economía a través de las «herramientas clásicas», como el presupuesto de la UE.
Sin embargo, Scholz, junto a su homólogo francés, Bruno Le Maire, hicieron un llamamiento a todos los Estados europeos a estar «a la altura de esta situación excepcional y alcanzar un acuerdo».
«No quiero apuntar con el dedo a nadie, pienso que sería totalmente inútil (…) nuestra responsabilidad es alcanzar un acuerdo en las próximas 24 horas. Un fracaso sería impensable», afirmó Le Maire, cuyo país está alienado en esta cuestión a los del Sur.
Bruno Le Maire
✔@BrunoLeMaire
La réunion de l’#Eurogroupe a été longue et difficile. Notre responsabilité est d’aboutir à un accord jeudi sur la réponse à apporter aux conséquences économiques de la crise sanitaire. Avec @OlafScholz, nous mettrons tout notre poids pour y parvenir. #COVIDー19
Más allá fue el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, al advertir sobre las consecuencias para la UE de la «cita con la Historia» de este jueves y advirtiendo del riesgo de fracasar en esta oportunidad.
En esta línea se manifestó este jueves el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien pidió «contundencia» y «solidaridad sin fisuras».
«Los mecanismos financieros que amparen la reconstrucción y reparación de los países tras esta crisis no deben estar regidos por la desigualdad y el castigo ante las supuestas economías menores, apostilló.