Decenas de miles de personas han recorrido el centro de Madrid por una «sanidad madrileña pública, universal y de calidad» convocados por sindicatos, asociaciones vecinales y plataformas por la sanidad pública.
Cabecera de la manifestación convocada por diferentes organizaciones sanitarias de la Comunidad de Madrid en defensa de una sanidad pública, universal y de calidad, 26/03/2023. —Juan Carlos Hidalgo/EFE
Una semana después del acuerdo entre el sindicato médico AMYTS y la Consejería de Sanidad que puso fin a la huelga de médicos pese a no incluir la contratación de más profesionales, una nueva manifestación en defensa de una sanidad «pública, universal y de calidad» ha recorrido Madrid un domingo más.
Decenas de miles de personas han recorrido, más de 50.000 según los organizadores, las arterias centrales de la capital en un día plenamente primaveral, llamados por asociaciones en defensa de la sanidad pública, sindicatos y organizaciones vecinales y de consumidores.
Convocada en Plaza de España a las 12 horas y con destino Atocha, el comunicado conjunto reclama «apostar claramente por la Atención Primaria» con financiación y recursos, mantener todos los Servicios de Urgencias Extrahospitalarias, acabar con «las privatizaciones y externalizaciones encubiertas». Los organizadores, con esta marcha, protestan ante la ausencia de medios que afecta «a la correcta atención y salud de los y las pacientes» y «la sobrecarga de trabajo que el personal sanitario tiene que soportar».
«El estado de salud de la sanidad pública madrileña es mala. Las causas son la financiación más baja de España, que además gran parte de ese dinero se va a conciertos privados con ánimo de lucro, y unas grandes listas de espera interesadas para que acusan a la sanidad privada», ha agotado Carlos Castaño, médico de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM).
El sanitario, traumatólogo en el Hospital Gregorio Marañón de la capital, considera un «maltrato profesional» a los profesionales de la salud por, entre otras causas, tener las guardias peor pagadas de España y no tener acceso a la jornada de 35 horas que sí disfrutan otros trabajadores públicos.
En su opinión, el acuerdo que puso fin a la huelga de Atención Primaria es un «éxito» pese a no solucionar todos los problemas que afectan a la base del sistema sanitario porque «limita las agendas y así mejora la atención a los pacientes». Para el presidente de AFEM, la subida salarial alcanzada «supone un incentivo para que los médicos que quieren hacer primaria no se vayan a otras comunidades. Esperemos que se cumpla».
Quique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) ha lanzado un mensaje a la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso: «No vamos a desaparecer, hasta que recuperemos nuestro sistema público de sanidad«.
Desde el sureño y popular distrito de Villaverde ha venido Ángeles para defender la salud pública del «robo que está haciendo Ayuso no poniendo el dinero que tiene que poner. No hay médicos y no han reabierto las urgencias como dijo». El acuerdo de Atención Primaria «ya estaba prometido de antes, pero la situación sigue igual. Tengo una cita con el médico de cabecera para dentro de más de un mes».
La protesta ha contado con la asistencia de los secretarios generales de la Unión General de Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras. También han participado los partidos de la oposición de izquierda PSOE, Más Madrid y Podemos, con la presencia de Juan Lobato, Mónica García, Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor.
La marcha se ha cerrado con la lectura de discursos finales en la Glorieta de Carlos V por parte del presentador El Gran Wyoming y la actriz Lola Manzanares: «Es necesario y urgente conseguir mayor financiación para la sanidad pública madrileña. Un año más vuelve a estar a la cola de las comunidades autónomas. En los presupuestos de 2023 la Comunidad de Madrid aumentó las inversiones en Sanidad. Es urgente mejorar las condiciones laborales del personal sanitario».
«El Gobierno del Partido Popular deja de lado a una población vulnerable cada vez más desamparada para que acudan a la sanidad privada. La sanidad pública es un obstáculo para el afán privatizador del PP madrileño. La ciudadanía junto a los profesionales sanitarios nos hemos unido para defender una sistema sanitario público, universal y de calidad», ha destacado la arenga de cierre.
Esta enésima protesta sanitaria madrileña ha sido precedida en Andalucía por las organizadas este sábado en las ochos provincias por la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas para parar la privatización sanitaria y reducir las listas de espera. El sábado hubo también movilización por la sanidad pública en Canarias.
Ser secretario de organización de una fuerza política nunca es un cargo fácil. Desde el verano de 2021 el puesto en el PSOE lo ocupa Santos Cerdán (Milagro, Navarra, 1969). El dirigente navarro lleva cerca de Pedro Sánchez desde sus exitosas primarias de 2017. Él fue el encargado de llevar los avales a la sede de Ferraz, uno de los momentos icónicos en aquel proceso frente a Susana Díaz. Compagina las tareas orgánicas con su escaño en el Congreso y es el coordinador del Comité Electoral de los socialistas de cara a las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Cerdán atiende a Público en una entrevista sobre la expectativas electorales del PSOE, el papel del PP de Alberto Núñez Feijóo, la situación a la izquierda de los socialistas y otras cuestiones de actualidad. Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.
Edición especial de este directo en el que conversaremos con el Coronel D. Pedro Baños. Entre otros temas trataremos su reciente libro ‘La encrucijada mundial’. Conocido por ‘Coronel Baños’, su trabajo actual trata de comprender y explicar lo que acontece en el mundo, dentro de los campos de la geopolítica, la estrategia, la defensa, la seguridad, el terrorismo, la inteligencia y las relaciones internacionales. El objetivo último no es otro que lograr, entre todos, un entendimiento mutuo para conseguir un planeta mejor, en el que no haya enfrentamientos ni imposiciones, sino una coexistencia pacífica que respete las diversas culturas, ideologías y formas de entender la vida, pensando siempre, y por encima de todo, en la seguridad humana, que debe ser la principal preocupación. Es Coronel del Ejército de Tierra (Infantería), perteneciente a la XL Promoción de la Academia General Militar, y Diplomado de Estado Mayor. Actualmente estoy en situación de reserva.
Charla de Pedro Baños en el Aula de cultura de la Rioja 2023, donde aborda temas de actualidad, e intenta abrirnos los ojos para que salgamos de esta sociedad manipulada.
Londres anuncia el envío a Ucrania de munición de uranio empobrecido que podría ser empleado en la esperada contraofensiva ucraniana y Moscú advierte de que tal paso empuja a Occidente y Rusia hacia una colisión nuclear.
Un militar con un sistema portátil de misiles antiaéreos en medio del ataque de Rusia a Ucrania, a 23 de marzo de 2023. —Violeta Santos Moura/REUTERS
Vladímir Putin ha lanzado una advertencia sin tapujos: Occidente ha cruzado de nuevo la línea roja y está enviando a Ucrania munición con un «componente nuclear». Este eufemismo se refiere a la munición de uranio empobrecido, con una altísima capacidad de penetración de todo tipo de blindaje, que Gran Bretaña estaría ya despachando al ejército ucraniano. Rusia «se verá forzada a reaccionar», ha amenazado el presidente ruso.
El Kremlin no teme tanto la radiación que este tipo de proyectiles pueda causar entre sus soldados, como a su potencial destructivo. La alta densidad del uranio empobrecido en proyectiles refuerza su capacidad para atravesar el blindaje de cualquier tanque o abrirse paso a través del búnker más sólido. El uso de uranio empobrecido para reforzar las granadas de artillería, los proyectiles de los tanques y los cohetes lanzados por los cazas de combate estadounidenses y británicos ya fue denunciado en guerras como las de Irak o Kosovo, en la antigua Yugoslavia.
Esta semana, la ministra británica de Estado para la Defensa Annabel Goldie, anunció que parte de la munición de los carros de combate Challenger 2 que Gran Bretaña está entregando al ejército ucraniano disponen de proyectiles perforantes con uranio empobrecido.
El uranio empobrecido es un producto derivado del enriquecimiento de uranio para combustible de reactores nucleares o para la fabricación de armas atómicas.
Esa sustancia muy pesada y 1,7 veces más densa que el plomo es empleada para endurecer proyectiles de artillería, cohetes de aviación o granadas de carros de combate con el objetivo de aumentar su capacidad de penetración de blindajes de acero y cemento, por ejemplo.
Cuando un proyectil dotado de una cabeza con núcleo de uranio empobrecido impacta contra el lateral de un carro de combate, no estalla en el exterior del vehículo, sino que lo atraviesa y se inflama en el interior en una nube de vapor y partículas que incinera todo lo que encuentra a su paso. La posibilidad de supervivencia de una tripulación de un tanque alcanzado por uno de estos proyectiles es nula.
Ese polvo incandescente liberado, cuando se dispersa o se asienta, es tóxico y, aunque no sea muy radiactivo, puede causar graves daños al organismo, además de contaminar amplias extensiones de territorio si la batalla en la que se emplea este tipo de munición abarca grandes espacios abiertos.
El problema del uranio empobrecido no proviene tanto de su radiactividad (un 60% del uranio natural) sino de su acumulación en el organismo como metal pesado.
Rusia acusa a Occidente de avanzar hacia el choque nuclear
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia acusó a Londres de elevar la escalada bélica en Ucrania a «un nuevo nivel». El titular de ese Ministerio, Serguéi Lavrov, consideró que este suministro de munición de uranio empobrecido «es un paso hacia un agravamiento adicional, un agravamiento serio» de la guerra, que demuestra que Gran Bretaña «está lista para violar la ley humanitaria internacional, como ya se hizo en 1999 en Yugoslavia».
«Sin duda, esto acabará mal para Londres», advirtió Lavrov. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, señaló que esta decisión reduce la distancia para que se produzca una «colisión nuclear» entre Rusia y Occidente. «Se ha dado un nuevo paso, y cada vez quedan menos por dar», explicó Shoigú, para quien, «por supuesto, Rusia tendrá algo que responder al respecto».
Estados Unidos se ha apresurado a señalar que este tipo de munición ha sido empleada durante décadas (desde los años 70), pues mejora de manera significativa el poder de penetración en las defensas de los tanques enemigos, sin embargo, según el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, Washington no está enviando munición de uranio empobrecido a Ucrania.
También Gran Bretaña, la causante de esta polémica, ha rechazado las acusaciones rusas y las ha calificado de desinformación. En un comunicado, el Ministerio británico de Defensa insistió en que el uranio empobrecido «es un componente estándar y no tiene nada que ver con las armas nucleares», por lo que el ejército británico lo ha utilizado para sus granadas de penetración de blindajes «durante décadas».
«Rusia lo sabe y deliberadamente trata de desinformar. Las investigaciones independientes por científicos de organizaciones como la Sociedad Real señalan que es más bien bajo el impacto que el uso de municiones de uranio empobrecido produce en el medioambiente y en la salud de las personas», agrega el comunicado.
Pero pese a los intentos de Estados Unidos y Gran Bretaña de quitarle importancia al uso de esta munición, la Secretaría General de Naciones Unidas ha mostrado su preocupación por la posibilidad de que se utilicen en Ucrania esos proyectiles de uranio empobrecido. Según Farhan Haq, uno de los portavoces de ese centro de mando de la ONU, no es la primera denuncia que se hace sobre la utilización de este tipo de armamento y las consecuencias de su uso.
«Yugoslavización» de Ucrania
La portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova, ha señalado que Occidente estaba buscando un escenario «tipo yugoslavo», en referencia a la campaña militar lanzada por la OTAN contra Serbia en 1999 durante el conflicto por la región de Kosovo y en la que se denunció el empleo de este tipo de munición.
En esa crisis, la OTAN reconoció que había arrojado más de 30.000 proyectiles reforzados con uranio empobrecido en Kosovo, otros 2.500 en el resto de Serbia y 300 más en Montenegro.
A principios de los años 2000, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) denunció la contaminación extensa, aunque de bajo nivel, por la presencia de uranio empobrecido de amplias zonas de Serbia y Montenegro que habían sido bombardeadas por la OTAN.
Las bombas habrían liberado esas partículas al estallar y la tierra y las aguas subterráneas quedaron en parte contaminadas. Cualquier persona que hubiera estado cerca de las explosiones habría quedado expuesta a la inhalación de ese polvo, que habría alcanzado los pulmones y otros órganos vitales.
La propia Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha indicado que el uranio empobrecido actúa no tanto como un agente radiactivo sino como un elemento tóxico que con «altas concentraciones en los riñones puede causar daños y, en casos extremos, el colapso renal».
Aunque hay muchas dudas al respecto, la inhalación de uranio empobrecido fue considerada como uno de los posibles factores del llamado «Síndrome del Golfo», que causó graves problemas de salud a los veteranos de la guerra lanzada por Estados Unidos contra Irak en 1991.
Preámbulo de la contraofensiva ucraniana
Pero no es el envenenamiento o la radiación que puedan sufrir sus tropas lo que más preocupa a Moscú. Diariamente, sus generales envían a la muerte en lugares del frente como Bakhmut a miles de soldados oleada tras oleada contra las líneas ucranianas, en unos choques brutales donde lo que menos importa es si uno inhala polvo de uranio empobrecido o las cenizas de un compañero pulverizado por un misil estadounidense.
A Moscú le preocupa que el envío de este tipo de munición «destructora de tanques» sea el preámbulo de la contraofensiva ucraniana de la que se lleva hablando meses y de la que podría depender el destino mismo de la guerra.
Ucrania está recibiendo los carros de combate prometidos por los países europeos, como los Challenger 2 o los Leopard 2 de fabricación alemana. También aviones Mig-29 de países de Europa del Este. Y Kiev reclama ya misiles de largo alcance.
Dotados con esta maquinaria de guerra pesada, las unidades ucranianas podrían abrir numerosas brechas en el frente e incluso rebasar la frontera de Rusia y atacar objetivos dentro de su territorio.
Quizá tales golpes de mano no serían decisivos desde el punto de vista táctico, pero sí asestarían un duro revés propagandístico a Rusia, de ahí la necesidad de organizar buenas ofensivas o de defenderse y derrotar de las que a uno le caigan encima.
El anuncio de la llegada de munición capaz de destruir cualquier blindaje ruso, el suministro de armas cada vez más sofisticadas como los Leopard o los Mig-29 y la resistencia ucraniana en torno a determinados puntos vitales en el frente, como esa localidad de Bakhmut, en la región de Donetsk, para desgastar la capacidad ofensiva rusa, apuntan a esa contraofensiva ucraniana inminente.
La contraofensiva, a fines de marzo o principios de abril
Así lo cree Yevgueni Prigozhin, jefe de las milicias paramilitares Wagner. Prigozhin ha escrito una carta abierta al ministro de Defensa Shoigú en la que emplaza esa contraofensiva ucraniana a fines de marzo o principios de abril.
Uno de los objetivos de ese ataque es aislar a estos regimientos paramilitares del resto del ejército ruso en Donetsk.
La contraofensiva ucraniana, según Prigozhin, podría tener otro de sus objetivos en la ciudad rusa de Belgorod, muy cercana a la frontera común. En torno a Belgorod ya ha habido incursiones de comandos y ataques con drones contra instalaciones energéticas y unidades militares, como si se estuviera tanteando el terreno.
Según Prigozhin, la contraofensiva ucraniana pretende llevar la guerra a la propia Federación Rusa y es Belgorod la ciudad que tiene más papeletas. El efecto propagandístico de territorio ruso ocupado por Ucrania sería demoledor y muy útil para Kiev si se dieran las condiciones para unas negociaciones de paz. Y el momento para dar ese paso, con el comienzo de la primavera y la presentación del plan de paz chino, parece haber llegado.
Y como si le diera la razón a Prigozhin, el comandante en jefe de las fuerzas de tierra ucranianas, Oleksandr Syrskyi, se ha pronunciado este jueves en una red social: «Muy pronto, aprovecharemos esta oportunidad, como ya hicimos en el pasado en Kiev, Járkov, Balakliya y Kupiansk», citando algunos de los puntos donde el ejército ucraniano se impuso al ruso.
Los ‘whatsapps’ de Francisco Martínez demuestran que utilizó sus relaciones con comisarios de las cloacas del Estado para conseguir objetivos personales y presionar al juez que investigaba el caso del Pequeño Nicolás para que fuera archivado.
El ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
El 3 de noviembre de 2017 las detenciones de los comisarios José Manuel Villarejo y Carlos Salamanca en lo que sería el inicio de la macrocausa Tándem desencadenaba una tormenta política, policial, judicial y mediática que sigue creciendo a día de hoy y que no se sabe cómo ni cuándo va a terminar. Uno de los afectados, por su relación personal y profesional con Villarejo, es el ex secretario de Estado de Seguridad con el PP (2013-2016), Francisco Martínez, investigado en la pieza Kitchen.
Precisamente, en los mensajes de WhatsApp del ex número dos de Interior que se han incorporado al sumario de Kitchen se percibe la preocupación del político por las detenciones. Incluso llega a exteriorizar el nerviosismo con su esposa:
Esposa de Francisco Martínez: «Has visto lo de Villarejo?». Francisco Martínez: «Estoy súper nervioso, amor».
Sin embargo, el futuro de Martínez había comenzado a escribirse exactamente un año antes. El 3 de noviembre de 2016, Mariano Rajoy anunció su nuevo Gobierno y eligió como nuevo ministro del Interior a Juan Ignacio Zoido, en sustitución de Jorge Fernández Díaz, lo que provocaría que Francisco Martínez quedara fuera de la Secretaría de Estado que había ocupado hasta entonces.
Este movimiento de Rajoy puso punto final a la carrera política de Martínez en el Ejecutivo, pero también supuso el cerrojazo a meses de estrategia para recolocarse dentro del partido y del organigrama del Gobierno. A pesar de sus planes y maniobras, el entonces secretario de Estado de Seguridad vio cómo durante el verano de 2016 se le escurrían entre los dedos la posibilidad de continuar en la estructura de Moncloa y su gran objetivo de llegar a ser ministro.
Toda esta estrategia se ve reflejada en los mensajes de WhatsApp que intercambió en aquella época con políticos y comisarios de las cloacas de Interior y en los apuntes de las famosas agendas de Villarejo.
Amigos de amigos para presionar a jueces
La bola de nieve que no parará de crecer y se llevará por delante a Francisco Martínez comienza a rodar el 20 de mayo de 2016. Ese día se envía a un juzgado de Madrid un informe sobre el caso Nicolás.
En concreto, al juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, que presidía el juez Arturo Zamarriego. El documento es la «Propuesta de actuaciones» de la pieza de la grabación ilegal al CNI del caso del Pequeño Nicolás. Este informe solicitaba la detención de Villarejo y detallaba continuos contactos entre el secretario de Estado de Seguridad y el comisario.
En cuestión de horas, la información contenida en dicho documento protagoniza las preocupaciones de los colaboradores y socios de Villarejo. El 25 de mayo el comisario apunta en su guía de audios —las agendas— que el entonces todavía Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional, Eugenio Pino, «se temía lo peor en el Juzgado número dos».
El informe lo firmaba el inspector Rubén Eladio López a las órdenes del comisario Marcelino Martín-Blas, jefe de Asuntos Internos. Ambos formaban parte junto a un equipo de siete policías de la Comisión Judicial que había creado el juez Zamarriego para proteger las investigaciones del caso de posibles maniobras e injerencias de las cúpulas de Interior y de la Policía Nacional.
Este documento se dio a conocer en los medios el 14 de junio, una semana antes de que a Martínez se le presentara por primera vez la posibilidad de optar al cargo de ministro. El 22 de junio, Público desvelaba los audios en los que se oye al entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz conspirar contra rivales políticos del Partido Popular y, sobre todo, contra el independentismo catalán («la fiscalía te lo afina«). Esta información dejaba a Fernández Díaz en la puerta de salida del ministerio y la cartera casi vacante.
Pero la oportunidad llegaba en el peor momento. En esos días, Villarejo y sus colaboradores habían comenzado a retirar el apoyo a Martínez para presionarlo y conseguir el archivo del caso del Pequeño Nicolás y el nombramiento del comisario José Luis Olivera como nuevo DAO en sustitución de Pino, que se jubilaba.
Medios afines a Villarejo detallan la presencia del secretario de Estado en el informe de la Comisión Judicial y comienzan a torpedear su candidatura en las quinielas para sustituir a Fernández Díaz. Algunos medios fueron incluso más allá y avisaron veladamente de posibles nuevas informaciones acerca de la naturaleza de las actividades ejecutadas por Martínez en unión con el comisario.
En los whatsapps de Kitchen se observa cómo Martínez era consciente de que si quería que Rajoy lo nombrase ministro debía recuperar ese apoyo perdido. Pero también se aprecia la estrategia que pone en marcha para ello.
Sobre el asunto del nombramiento de un nuevo DAO, Martínez ganó tiempo con la designación provisional de Antonio Rodríguez y la convocatoria de un concurso de méritos para elegir al definitivo. Este concurso lo define su amigo el comisario Pedro Agudo en las conversaciones que ahora se conocen como «una orden histórica, la primera vez».
Sin embargo, en este tema Martínez sabe que no puede meter mano y que el ministro se lo ha dejado bien claro. Así, en el chat con Agudo es tajante y le comunica a su amigo que la decisión la va a tomar Fernández Díaz personalmente:
Francisco Martínez: «Pedro, lo nombra el Ministro [al DAO]. No tengas la menor duda. Nunca le he visto tan firme y empeñado en que este nombramiento lo hace él. Yo ni voy a opinar».
Martínez se coloca al margen en la elección del nuevo DAO, pero con el caso judicial de la grabación ilegal al CNI del caso del Pequeño Nicolás sí toma la iniciativa y se coordina con comisarios y políticos para presionar al juez del caso, Arturo Zamarriego, y a los investigadores.
Hasta ahora se conocían ataques y presiones policiales, mediáticas, jurídicas y políticas sobre los investigadores de los que ha ido informando Público desde 2015 y que se han confirmado posteriormente con audios. Por ejemplo, las presiones directas sobre los investigadores o la difusión de la falacia de que todo tiene causa en un «montaje» motivado por una supuesta «enemistad» hacia Villarejo.
Pero los whatsapps añaden presiones adicionales que no se conocían, como la ejercida el 21 de julio de 2016 por el DAO provisional Antonio Rodríguez sobre Martín-Blas, que resulta infructuosa.
Eugenio Pino: «Ayer, don Antonio Rodríguez estuvo reunido con Marcelino Martín Blas. (no hay pacto posible) de qué va esto». Francisco Martínez: «Me lo ha contado todo hoy. No te preocupes». EP: «¿Lo sabías tú?». FM: «Me lo ha contado hoy. Al ministro también. Pásmate: ¡Marcelino fue a pedir más policías…! [para la Comisión Judicial]». EP: «La entrevista fue a petición de Antonio y aprovechó el otro para pedir lo que le venga en gana». FM: «Ya sabes cómo va a acabar Marcelino…». EP: «Espero que en la cárcel».
El chat hace referencia a las continuas solicitudes por parte del comisario Martín-Blas y del juez Zamarriego de obtener personal, material y documentación para la investigación. Estas peticiones fueron denegadas y denunciadas como obstrucción a la Justicia.
Martínez, abogado de formación, tiene claro que lo primero de lo que hay que encargarse es de que se archive el caso. Así se lo expresa el 14 de junio de ese año al comisario García Castaño, el jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), la encargada del apoyo policial y judicial para el control de comunicaciones y para efectuar pinchazos.
Enrique García Castaño: «Esto no le puede salir gratis a Cosidó, que es el que le ha dado alas a Marcelino y también la cagada de Eugenio con su amigo, la abogacía del estado debe actuar contra Marcelino, porque si no van a decir que algo habrá de verdad porque disciplinariamente nadie hace nada». Francisco Martínez: «Para actuar hay que esperar a que se archive de una (…) vez el asunto».
Ese día, la web Okdiario había publicado sobre el informe de la Comisión Judicial y había causado la preocupación, no solo del político sino de los policías. El comisario García Castaño, al que apodan ‘El Gordo’ o ‘Gran Peso’, tenía un contacto para llegar hasta Zamarriego y de las conversaciones se desprende que algunos lo sabían. A los dos días, activa esta vía y así aparece reflejado en las agendas de Villarejo. El 16 de junio, el comisario recoge un encuentro organizado por García Castaño con el juez Juan Antonio Toro, amigo, según ellos, de Zamarriego. Esta reunión se repetirá 12 días después, el 28 de junio.
Las gestiones con Toro son seguidas con atención por Martínez e, incluso, alentadas, tal y como muestran las agendas de Villarejo y los whatsapps de Kitchen. Cada poco tiempo, el secretario de Estado pregunta a García Castaño para saber cómo prosiguen las tareas de presión.
El 5 de julio de 2016 Castaño informa a Martínez de la primera gestión realizada a los días de acordar que la clave para el archivo estaba en el juez del caso, Arturo Zamarriego.
Enrique García Castaño: «Hablé con un juez amigo de Zamarriego [JUAN ANTONIO TORO] para que mañana no la lie con Pepe [VILLAREJO], a ver si termina este rollo». Francisco Martínez: «Ojalá».
El 23 de agosto vuelve a recurrir a García Castaño y pregunta por cómo se están desarrollando los acontecimientos. En la conversación no deja pasar la oportunidad y le manda que «le diga no haga caso del Rústico», en referencia al comisario Marcelino Martín-Blas:
Francisco Martínez: «Qué sabes de tu amigo Marce y del Juez chalao [Arturo Zamarriego] ?? ¿Volverán a la carga??». Enrique García Castaño: «No se nada». FM: «Ok… Vaya dolor de cabeza de tíos». EGC: «Ya lo se,que nos dejen en paz». FM: «¿No tenías un amigo juez [Juan Antonio Toro] tronco del Zama [Arturo Zamarriego]?? Pues que le diga q no haga caso del Rústico [Martín Blas]». EGC: «En eso estoy,no creas que lo olvido» FM: 👍
El 22 de noviembre Martínez, ya con Zoido de ministro, sigue en ello:
Francisco Martínez: «Por cierto, has sabido algo más del Zama??». Enrique García Castaño: «Me dice mi amigo [Juan Antonio Toro] todo bien, aunque no me fio». FM: «Xq no t fías?». EGC: «Porque es muy influenciable». FM: «Bueno, se trata de que le influyan personas razonables como tu amigo… La verdad es que a mí ya no me importa mucho, pero me da por saco que sigamos con ese tema abierto».
Tres días después, el comisario García Castaño aporta novedades:
Enrique García Castaño: «Lo archivara sin vencedores ni vencidos, me acaba de decir mi amigo [Juan Antonio Toro]». Francisco Martínez: «¿Seguro?? Sería gran noticia». EGC: «Esta vez creo que sí, antes de fin de año».
Ya en 2017, el 16 de enero, Martínez vuelve a la carga y pregunta nuevamente por los avances en las presiones al juez. De hecho, la grafía delata el nerviosismo del ex secretario de Estado:
Francisco Martínez: «X cierto… ¿¿¿has tenido alguna nueva noticia de Zamarriego y sus oscuras intenciones???». Enrique García Castaño: «Como siempre me dicen que bien, pero también me dicen que los otros siguen apretando». FM: «Pues no sé q más van a apretar».
En esta misma conversación y tras comentar sobre el proceso de elección del nuevo DAO (García Castaño le comunica que se presenta), Martínez sigue preguntando:
Francisco Martínez: «En lo otro, la presión de «los otros» hará q no se archive??». Enrique García Castaño: «No creo».
El verano de 2016 termina y los resultados esperados por los policías de las cloacas del Estado no llegan. La impaciencia es latente y Francisco Martínez intenta tranquilizar a los comisarios que poco tiempo antes eran incondicionales. Eso ocurre con Eugenio Pino, ya retirado, el 9 de septiembre.
Eugenio Pino: «Marcelino come e invita, con lo agarrado que es. – muchísimo-, en buenos restaurantes. ¿Quién se lo paga? Tuvo una reunión con Barrado en el casino de Madrid ¿quién pagó?». Francisco Martínez: «No tengo ninguna duda. Por si tenías alguna duda (que no creo) yo estoy ABSOLUTAMENTE MOVILIZADO* para parar este disparate…». EP: «Me congratula».
*Las mayúsculas de remarque de esta conversación son originales. Es de los pocos mensajes en los que Martínez usa mayúsculas para recalcar.
Sin embargo, estos mensajes tranquilizadores no son suficientes y diez días después aparecen de nuevo contenidos contra Martínez en los medios que los policías le reenvían con mensajes de supuesto «ánimo» y atribuyen las informaciones a filtraciones de otras personas. Es el caso de las informaciones sobre la esposa de Martínez y que comenta con Pino:
Eugenio Pino: «Algo debes estar haciendo bien, tu nombre suena o simplemente molestas a alguien. Ánimo para ti y para Luisa». Francisco Martínez: «Gracias Eugenio. Ya ves, ahora quieren joderme a mi y a mi mujer Que les den». EP: «Con algún reparo, la fiscalía según Urrezquieta». FM: «Pues qué bien.. Y qué coño les ha hecho mi mujer?? O yo??». EP: «Parece ser que ya se lo habían filtrado hace algún tiempo». FM: «Si eso es lo que tienen contra mi…». EP: «Calumnia que algo queda .. He estado tomando un café con Terradillos, me confirma que la autora de la noticia es amiga de Grinda».
Sobre esta información le había advertido la tarde anterior el director de Comunicación del Ministerio del Interior, Juan José Esteban, que el 19 de septiembre por la tarde le decía:
Juan José Esteban:
«http://www.elespanol.com/espana/politica/20160919/156735213_0.html Lo anuncian ahora pero hasta las tres de la madrugada no se podrá leer completa la noticia en la web». Francisco Martínez: «Cómo lo ves? Tampoco irá en el resumen de digitales, verdad??». JJE: «No».
Esteban es el que lo avisa pero, al mismo tiempo, le tranquiliza advirtiéndole que esta información no irá en los resúmenes de los digitales que se distribuyen en Moncloa y los ministerios. Pasan las horas y por la mañana, a primera hora, Francisco Martínez vuelve a interesarse por la repercusión:
Francisco Martínez: «Algún eco a esta hora??». Juan José Esteban: «Cero. Tampoco en redes sociales». FM: «En serio?? 😳Y si no la tiene a estas horas es buena señal, ¿no?». JJE: «Muy buena».
Pero Pino no es el único comisario que le envía «ánimo». Villarejo apunta ese día en su agenda que envía un mensaje de «apoyo» a Chisco, nombre con el que apoda a Francisco Martínez.
Presión a periodistas
Martínez también demuestra en esos chats que hacía seguimiento a los periodistas que seguían el caso del Pequeño Nicolás y la operación ‘Kitchen’. Según sus whatsapps, controló las visitas de reporteros a la oficina que el juez Zamarriego asignó a su Comisión Judicial. En esas conversaciones, incluso se comprueba cómo Martínez asegura que llegó a denunciar ante la entonces fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, esos encuentros.
Francisco Martínez: «Yo tenía los registros de la periodista de Público que iba a verle a Asuntos Internos. Se los di a la fiscal general del Estado y, por supuesto, no pasó nada. Y como soy gilipollas no tengo copia».
El ex número dos de Interior se lamenta con su interlocutor por no poder demostrar lo que dice. Estas vigilancias no eran la única manera de presionar a los periodistas. Martínez contactaba frecuentemente con periodistas para filtrar falacias contra la Comisión Judicial e incluso hacía uso de la dirección de comunicación del Ministerio para tratar de abortar publicaciones o advertir a los directivos de los medios sobre determinadas informaciones. El 16 de junio envía el mismo mensaje al todavía entonces DAO Eugenio Pino y al dircom de Interior, Juan José Esteban:
«Lo de Marcelino no tiene nombre… Mira la que ha liado Ayuso [Javier Ayuso] en El País de mañana…».
Se refería a una información del periodista Javier Ayuso en El País titulada: «El fiscal se opone a una investigación sobre presunta corrupción policial».
Unos días después, Martínez insiste con el recorrido de la información de Ayuso. Escribe a Villarejo por Telegram y le llama «muy preocupado» según apunta el comisario en su agenda.
Y ese mismo día, insiste con el dircom de Interior y le muestra nuevamente su preocupación:
Francisco Martínez: «Lee el editorial de El País… Vaya tela… El de mañana…». Juan José Esteban: «Secretario. Creo que hemos subestimado a Ayuso. Respira por las heridas de su enemistad con Villarejo. Hoy voy a hablar con el director de El País».
La conversación con alguien de El País, según se desprende de los chats, tuvo lugar, aunque no se puede afirmar que fuera con el director. No obstante, ni esta estrategia de presión mediática ni las otras acciones que puso en marcha el número dos de Interior llegaron a funcionar.
El panorama no pintaba bien para Martínez y el 3 de noviembre de 2016, el día que Rajoy anunciaba los nombres de su nuevo Gobierno, sus esperanzas quedaban reducidas a poder continuar como secretario de Estado. Su sueño de ser ministro ya era imposible. De hecho, ese día sólo espera ya la posibilidad de que María Dolores de Cospedal sea nombrada ministra del Interior. Así se desprende de su conversación con un periodista de El Confidencial:
Periodista: «Buenas tardes. Supongo que tendrás el móvil ardiendo. Te diré que en todas las quinielas me dicen que sigues de secretario de Estado de Seguridad. No sé si es bueno o malo». Francisco Martínez: «Bueno, a mi desde luego no me ha llamado nadie… y a estas horas es evidente que los afectados están avisados. Si sigo o no de SES dependerá de quien venga de Ministro o Ministra…». P: «A mí me dijeron quién venía y que esa persona quería que siguieras. Pero no hemos publicado ni una línea». FM: «Y quién es?? Cospedal??». P: «Exacto. Me dijeron que iba ella y que ya se habían producido movimientos. El ministro está avisado de algo?». FM: «Suena bastante creíble… aunque no sé a qué movimientos se pueden referir…». P: «Parece que Rajoy ya ha comunicado a Fernández Díaz que no cuenta con él».
Esta conversación se produce unos minutos antes de que se conozcan los nuevos ministros, entre ellos, el del Interior, Juan Ignacio Zoido. Así se lo comunica el periodista a Martínez:
Periodista: «Zoido». Francisco Martínez: «Eso suena». P: «jajajaja. Confirmado». FM: «Ya». P: «Es Zoido. Espero que tengas mucha suerte en tu nueva andadura. Ha sido un placer. Seguiremos en contacto, no?». FM: «Igualmente. Claro que sí! A tu disposición. Un abrazo».
Ambos dan por terminada la carrera política de Martínez en el Gobierno con la llegada de Zoido al Ministerio del Interior.
El exdirector de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur, y el exconsejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, declaran como testigos en una investigación sobre las muertes en los centros de mayores durante la primera ola de la covid.
Varias personas se manifiestan durante un homenaje-vigilia por las víctimas de la covid, a 18 de marzo de 2023, en Madrid. —Gustavo Valiente / Europa Press
Tres años después de que el Gobierno presidido por Isabel Díaz Ayuso aprobara los protocolos que impidieron que casi la totalidad de los residentes en los centros de mayores de la Comunidad de Madrid fueran derivados a hospitales cuando estalló la pandemia de la covid-19, un juzgado va a investigar en qué condiciones murieron estas personas. Así, por primera vez declararán como testigos ante un juez el entonces responsable de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur, y el exconsejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero.
La comparecencia tiene lugar este jueves 23 de marzo a partir de las 10.00 horas en los juzgados de Plaza de Castilla. El primero en testificar será, previsiblemente, Mur, como firmante de los documentos, y sobre las 11.00 horas lo hará Reyero.
Durante la primera ola de la covid, entre marzo y abril de 2020, 7.291 mayores perdieron la vida en los geriátricos madrileños sin ser trasladados a un centro hospitalario. «Nosotros ya sabíamos que las derivaciones estaban paralizadas antes del 18 de marzo, cuando se firmó el primer protocolo», explica en una conversación con Público María Jesús Valero, portavoz de Marea de Residencias. Ella misma cuenta, entre el dolor y la indignación, que su padre fue uno de los fallecidos. Desde entonces, no ha parado de mover cielo y tierra para que «la cruda verdad» sobre lo ocurrido se esclarezca.
Cuando arrancó la pandemia en 2020 se firmaron hasta cuatro de los llamados «protocolos de la vergüenza», los días 18, 20, 24 y 25 de marzo. En esos documentos se expresaba específicamente la orden de no desplazar a personas que tuvieran un problema cognitivo o de movilidad. «Todo el mundo sabe que prácticamente cualquiera que esté en una residencia tiene, o bien una, o las dos afecciones. Así que se libraron pocos», critica Valero. Junto a otras familias víctimas de esta «desastrosa» gestión han llegado a presentar en los tribunales más de 300 querellas, de las cuales solo hay 106 abiertas.
«Más grave, aún si cabe, son las llamadas a centros de salud a causa de otras patologías diferentes a la covid que tampoco trasladaban», lamenta Valero que recuerda que el número total de fallecidos se eleva a los 9.470 residentes. La comunidad trató de apaciguar las aguas bajo la excusa de que sus decisiones se tomaron en base a criterios clínicos, pero Marea de Residencias y Verdad y Justicia dudan de esa versión e insisten en la necesidad de una investigación a fondo: «Queremos saber por qué se decidió que nuestros familiares murieran solos y sin condiciones sanitarias dignas», dice.
«Nosotros queremos dejar claro que apoyamos esta iniciativa del Juzgado de Instrucción 9 de Madrid. Hasta el momento, es el único que se ha atrevido a llamar a declarar a los auténticos responsables y ha cumplido con el auto del Tribunal Supremo que mandaba indagar el origen y la autoría de estas resoluciones prohibitivas», asevera Valero.
El Gobierno de Ayuso nunca llegó a medicalizar los geriátricos, como se había comprometido cuando se dispararon los casos de coronavirus. De hecho, fueron los propios trabajadores de los centros de mayores quienes denunciaron inicialmente la «situación de descontrol» en el confinamiento.
«No teníamos nada, ni medios, ni un mal gotero para que pudieran hidratarse. Ya no digo salvarles o alargarles la vida, sólo dejarles morir con dignidad«, recuerda María Ángeles Maquedano, auxiliar en una residencia. La trabajadora confiesa que las semanas que transcurrieron desde que se declaró el estado de alarma hasta Semana Santa (cuando «por fin empezaron a llevarse a la gente a los hospitales») fueron las peores en sus 15 años de experiencia en el sector.
Maquedano asegura que no se dio un trato adecuado a los mayores «porque no había recursos de ningún tipo» y narra cómo los residentes se contagiaron al no poder separar entre los infectados con covid y los que no «por una cuestión de espacio y de falta de directrices». Al presagiar lo que se vaticinaba y enterarse de las primeras muertes, muchos familiares intentaron sacar a sus mayores de los centros, pero la mayoría no lo consiguió. «Nos contactaban hasta por redes sociales para saber algo de los residentes porque la dirección del geriátrico no facilitaba ninguna información, y apenas podían comunicarse con ellos«, afirma la auxiliar.
Llama la atención que no haya sido hasta ahora cuando hayan llamado a declarar a Reyero, cuando fue él mismo quien reconoció tras dimitir, en unas declaraciones recogidas por este medio, que el Gobierno de Ayuso le negó la ayuda que pedía para poder salvar las vidas de los residentes. Es más, la propia Audiencia de Madrid ha llegado incluso a considerar «improcedente» que declararan los responsables. Por ello, aunque las asociaciones por la verdad y la dignidad de los fallecidos en las residencias reciben la noticia de la investigación en el juzgado con los brazos abiertos, aún no dan nada por conseguido y ponen la vista en Europa como próximo escalón jurídico al que apelar.
La mujer consiguió hablar con la presidenta madrileña sobre la residencia Francisco de Vitoria de Alcalá. La Fiscalía abre diligencias tras las denuncias por las «pésimas condiciones» de los mayores ingresados y la mala calidad de la comida.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante un pleno en la Asamblea de la región, a 16 de marzo de 2023. —Daniel González/EFE
La Fiscalía de Madrid inició este miércoles una investigación sobre las denuncias contra la residencia Francisco de Vitoria, en Alcalá de Henares, dependiente del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. El Ministerio Público ha pedido documentación a diferentes organismos sobre las quejas en relación «a las pésimas condiciones» en las que se encuentran los mayores ingresados y los trabajadores del centro y la mala calidad de la comida que se sirve a los mayores.
Julia Martínez, hija de una residente, es una de las personas que lleva meses alzando la voz y denunciando la pésima situación del centro. El jueves de la semana pasada dio un paso más. Invitada por Unidas Podemos a acudir al debate en la Asamblea de Madrid, decidió abordar directamente a Ayuso en los pasillos de la cámara.
«Le pregunté si ella comía cinco comidas al día por 4,60 euros», cuenta Martínez, según publica El País. El diario destaca que la mujer relató a la presidenta madrileña la falta de material y de personal en la residencia, «con los abuelos abandonados, sin agua caliente muchos días, con solo cuatro grifos de agua potable… Y ahora, con legionela». Y no, Ayuso admitió que ella no come por menos de 5 euros al día.
Según Julia Martínez, de 48 años, la jefa del Ejecutivo madrileño se comprometió a estudiar la rescisión del contrato con la empresa que suministra los alimentos. Sin embargo, este miércoles Ayuso puntualizó en rueda de prensa que lo que le transmitió a la hija de la residente es que le «gustaría acompañarla un día» y «conocer de primera mano» las instalaciones. Algo que, dijo, hará cuando «tenga la oportunidad».
Las palabras de Ayuso se enmarcan en la estrategia de huida hace adelante que la Comunidad de Madrid está tomando con las residencias. El Gobierno autonómico ha negado que haya legionela en la Francisco de Vitoria. Sin embargo, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares detectó niveles graves de presencia de dicha bacteria durante una inspección sanitaria. Según detalló el consistorio, se encontraron «varias muestras con más de 8.000 de unidades formadoras de colonias» en el agua de las duchas del centro, cuando se considera que más de 1.000 unidades formadores de colonias ya representan «una situación grave, donde se requiere una actuación inmediata».
La Comunidad de Madrid se ha limitado a decir que los problemas en la residencia se arreglaron «hace tiempo». En paralelo, la Fiscalía investiga la denuncia presentada por Unidas Podemos, que recoge las quejas de familiares y trabajadores respecto a las condiciones en las que se encuentran los residentes, tanto en la cantidad y calidad de la comida, como en la asistencia necesaria para el día a día al no cumplir la ratio de trabajadores.
La formación morada denuncia que la comida que se está dando a los residentes «no cumple con los mínimos estándares de calidad» y se encuentra «en mal estado muchas veces», incluyendo en ocasiones «gusanos, con hongos o estando prácticamente podrida».
Según la formación, «muchos de los residentes no pueden comer por sí mismos ni ver lo que están comiendo», lo que a su juicio puede suponer un delito contra la salud pública. Podemos incluía en la denuncia una serie de fotografías para advertir del estado de la comida que se da a los residentes. Para la formación, se trata de hechos conocidos por la residencia y su dirección, al hilo de lo cual recuerda «las continuas denuncias» de los familiares al centro y a la Comunidad de Madrid.
En su denuncia, la formación asegura que hay personas que «han perdido peso» y habla de condiciones de «desnutrición» en los residentes que llega incluso a relacionar con fallecimientos en el centro. Los familiares de uno de los internos denunciaron que había perdido 14 kilos en apenas diez meses desde que entró en el centro. Cuestionado en su momento por ello, el responsable de las residencias de Madrid, José Manuel Miranda, quitó gravedad al asunto alegando que el paciente llegó con sobrepeso y que ahora «está en su peso ideal».
La eurodiputada eslovaca Katarina Roth. —Parlamento Europeo
Katarina Roth Nevedalová (Eslovaquia, 1982) es una eurodiputada de la familia socialdemócrata. Es un verso suelto que discrepa de la respuesta europea a la guerra de Ucrania. En entrevista con Público explica su postura tras un año de bombas cayendo a las puertas de la UE.
Roth un caso sui generis en la UE y en la familia socialdemócrata europea. La sensación y el discurso que impera en Bruselas es que no hay opción alternativa en armar a Ucrania hasta los dientes para su camino hacia la victoria definitiva. Roth se opone al envío de armamento al frente y afea que la UE está abandonando su esencia como proyecto pacifista hacia una organización militar que habla el lenguaje de la fuerza y ya no tanto el de la diplomacia.
Cumplido un año de guerra, la UE ha golpeado a Rusia con las sanciones más potentes de su historia. Está otorgado a Ucrania un apoyo sin precedentes en todos los campos: político, financiero y militar. ¿Cómo valora la respuesta europea a la guerra?
Creo que la UE es un proyecto de paz. La idea de exportar la paz es su principio básico. Para eso es para lo que hemos trabajado durante tantos años. Por ello, es impactante que haya tanta gente en la UE pidiendo armas. Ya tenemos a la OTAN, que tiene un papel militar.
Además, creo que las sanciones que estamos imponiendo a Rusia no están funcionando. Están afectando a las clases más pobres y vulnerables y están provocando no solo una crisis económica, sino energética. No creo que sean la mejor opción. Entiendo a todos los que quieren apoyar a Ucrania, yo también lo reivindico, pero creo que deberíamos apoyarles, no a través de las armas y de la pata militar, sino con ayuda humanitaria y con más llamadas a terminar el conflicto y a la paz. Deberíamos presionar para que ambas partes se sienten en una mesa para ver qué condiciones pueden acordar.
La mayoría de voces en la UE se centran en pedir más y más armas. Todo pasa por ensalzar la parte militar. Todos somos empáticos con los ucranianos que están muriendo allí, pero lo que creo que deberíamos hacer es pedir la paz. Y para que quede claro: no creo que Ucrania debe ceder parte de su territorio.
Y, ¿cuál es su pensamiento sobre el rol del Alto Representante Josep Borrell? Su tono estos doce meses ha sido duro, llegando a hablar de que la OTAN aniquilaría al Ejército ruso o de que la guerra terminará en el campo de batalla. Hay quienes piensan que no es un lenguaje muy diplomático.
Creo que la guerra solo puede terminar en una mesa. No en el campo de batalla. La paz sólo llegará con la deposición de las armas y con el diálogo. Por eso, urgimos a la UE a que lidere conversaciones de paz. No somos una institución de guerra y por ello debemos alentar la diplomacia. La parte militar no es nuestro lugar, no es nuestro papel. Para eso ya tenemos a la OTAN y a los Estados miembros.
Con la guerra de Ucrania, ¿la UE ha desarrollado más su autonomía estratégica o ha aumentado su seguidismo de la línea e intereses de Estados Unidos?
Los Estados Unidos son parte de la OTAN y por ello todos tendríamos que tener una posición común. Pero vuelvo a enfatizar que la UE es un proyecto de paz. El envío de armas o el Ejército europeo no son su lugar. Ese es el lugar de la Alianza Atlántica. Debemos quedarnos donde pertenecemos: una asociación económica. Creo que Pedro Sánchez y el canciller Olaf Scholz son un buen ejemplo de líderes europeo que intentan buscar una solución al conflicto.
Entonces, ¿cree que la UE debería frenar el envío de armas llegados a este punto de la guerra? La Comisión trabaja en una iniciativa para promover una compra conjunta de material bélico -como hizo durante la pandemia con las vacunas-. ¿Cómo reconciliar esta iniciativa con los tratados europeos, que prohíben financiar con dinero comunitario el envío de armas a un país en guerra?
No creo que el envío de armas sea el camino a seguir. La compra conjunta de vacunas no terminó del todo bien. Y las armas son un asunto muy sensible. Entiendo que los Estados miembros lo quieran hacer y lo hagan de forma individual, pero la UE no debería establecer una compra conjunta de armas. Es contrario a sus tratados y a sus valores.
Enfatiza que la prioridad de la UE debe ser buscar y promover la paz. ¿Qué papel está jugando -o no está jugando- la UE en esta línea?
La Unión Europea es el mayor donante de ayuda humanitaria del mundo. Tenemos mucha experiencia y podemos apoyar mucho a la reconstrucción de Ucrania. Deberíamos utilizar nuestra experiencia diplomática para impulsar un alto al fuego ofreciendo una base sobre la que ambas partes puedan debatir. Algunos países como Turquía lo están haciendo.
¿No tiene derecho Ucrania a defenderse de un invasor? ¿No tiene Occidente el deber moral de ayudarle a ello?
Sí, tienen todo el derecho del mundo a defenderse de alguien que les ha invadido. Pero la pregunta es: ¿hasta dónde es suficiente? ¿Cuántas armas más son suficientes? Es cierto que existe una mayoría de líderes europeos que apoyan la línea de continuar el apoyo militar. Pero, por ejemplo, en mi país, si miras a la percepción general de la opinión pública, el 77% de la población se opone al envío de armas. Los eslovacos no tenemos muchas armas y corremos el riesgo de quedarnos desprotegidos.
El ex primer ministro Robert Rico, de su partido socialdemócrata, se ha mostrado contra el envío de armas. Incluso su nombre aparece en listas ucranianas acusado de propagar desinformación en favor de Rusia. Hay voces europeas preocupadas de que llegue al poder de nuevo en las elecciones de septiembre. ¿Cambiaría ello la política exterior de Eslovaquia? ¿Se alinearía más el país con los postulados de Hungría?
Lo que dice Rico es que la parte militar hay que consensuarla en la OTAN. Pero con mucho cuidado para que no se vea arrastrada al conflicto. Esto nadie lo quiere. Sería un choque entre potencias nucleares. Nosotros no difundimos propaganda; la propaganda y desinformación está, de hecho, por todos lados en el conflicto.
Nosotros no tenemos muchas armas que ofrecer. Lo que sí podemos ofrecer es ayuda humanitaria y a los refugiados. No quiero prejuzgar el futuro y cuál sería la postura y la respuesta de un sí. Pero lo que sí está claro es que nuestra urgencia es la paz y nuestra postura es que enviar armas no es el camino hacia ella. Además, tenemos que pensar en el día de después. Porque habrá un día de después de la guerra. Y ahí debemos ver cuál será nuestra relación y cooperación con Rusia.
¿Cómo anticipa ese día después de la guerra y la relación con Moscú? ¿La UE podrá construir algún tipo de relación con una Rusia gobernada por Vladimir Putin o todos los puentes estarán rotos?
Después de la guerra tendremos que convivir con Rusia. Es un socio estratégico y nuestro mayor vecino. Tenemos que establecer una cooperación. La habrá, seguro. Pero es prematuro anticipar qué forma tomará. Nadie sabe si será con o sin Putin. Es algo de lo que tenemos que hablar. De eso y de la reconstrucción de Ucrania. Hace un siglo nadie imaginaba algo parecido a la UE. Y aquí estamos. Nada es imposible.
Esta semana, Rusia ha anunciado su suspensión del acuerdo de control nuclear New Start dejando un mundo más peligroso e imprevisible. ¿Le preocupa que nos acerquemos a un choque entre potencias nucleares o cree que este es un escenario poco probable?
Creo y espero que no haya una guerra nuclear. Pero estamos entrando en una dinámica peligrosa en la que nadie sabe qué ocurrirá. No somos conscientes del peligro que existe cuando se acorrala a alguien demasiado. Una persona empujada en un rincón, sin opciones, es capaz de hacer lo que sea. Y puede ser muy peligrosa. Tendríamos que tener esto en cuenta cuando emitimos nuestros comunicados y declaraciones sobre la guerra. La UE debe ser muy, muy cuidadosa.
«Aquí en Bruselas lo que no se entiende es cómo es posible que exista un partido de derechas que no se oponga con claridad y nitidez a una moción de censura presentada por la extrema derecha», afirma el ministro de Asuntos Exteriores.
El presidente de VOX, Santiago Abascal (i), y el candidato de la moción de censura, el profesor Ramón Tamames (d), a su llegada a una comparecencia ante los medios en el Congreso de los Diputados, a 16 de marzo de 2023, en Madrid (España). —Jesús Hellín/EUROPA PRESS
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha acusado este lunes al presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, de «involución» por abstenerse en la moción de censura presentada por Vox, afirmando que ya se prepara para gobernar con la formación de Santiago Abascal tras las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo.
«Aquí en Bruselas lo que no se entiende es cómo es posible que exista un partido de derechas que no se oponga con claridad y nitidez a una moción de censura presentada por la extrema derecha y cómo se ha producido una involución del PP que ha pasado del no de Casado a la abstención de Feijoo», ha asegurado el titular de Exteriores en declaraciones desde Bruselas donde participa en la reunión de ministros europeos del ramo.
La abstención del PP a la candidatura de Ramón Tamames «solo tiene una lectura» para Alabares y es que el líder del PP ya prepara a su formación para gobernar con Vox. «No quiere molestar a los que son sus socios futuros», ha subrayado 24 horas antes de que arranque la moción de censura.
El titular de Exteriores ha insistido en que la moción es un instrumento constitucional «de primera importancia» y como tal el Gobierno la encara «con mucha seriedad». «Mañana los españoles van a poder ver con claridad dos programas de gobierno para España», ha afirmado, indicando que el proyecto de Pedro Sánchez «mira hacia el futuro» y está «encarnado en valores europeos» y el de «la derecha y la extrema derecha» por su lado «mira hacia el pasado».
La secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha manifestado este lunes en Bilbao que su partido no participará en el «show político que erosionará la democracia» y ha realizado un llamamiento a desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa en las urnas el próximo 28 de mayo. «No puede utilizarse una moción de censura para una promoción personal o de operación de propaganda a costa de la calidad democrática de nuestro país», ha advertido.
Para Gamarra, la moción de censura «que establece la Constitución», no está siendo utilizada con «la finalidad constitucionalmente establecida, se utiliza como una campaña de marketing y por puro electoralismo».
«Y nosotros en esto no participamos y no participamos porque para nosotros es clave el respeto a las instituciones y el respeto a los instrumentos que nuestra propia democracia nos da. No puede utilizarse una moción de censura para una promoción personal o para una operación de propaganda a costa de la calidad democrática en nuestro país», ha subrayado.
Temas más importantes
La portavoz nacional de CS y coordinadora autonómica en Baleares, Patricia Guasp, ha criticado este lunes que la moción de censura propuesta por Vox hace «perder el tiempo» a otras políticas y temas «más importantes» y además «le hace el juego» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo».
Por su parte, Abascal ha asegurado que tiene «la conciencia tranquila» de cara a la moción de censura, al tiempo que ha pedido al Partido Popular que escuche la intervención del candidato propuesto a la presidencia del Gobierno, Ramón Tamames, y replantee su voto.
«Yo estoy tranquilo y, sobre todo, no solo tranquilo de ánimo sino con la conciencia tranquila porque creo que estamos haciendo lo correcto. Creo que los españoles estamos padeciendo el peor Gobierno en muchísimas décadas, cada uno que elija cuantas. Desde luego elijo muchísimas», ha manifestado Abascal en una entrevista en Cadena Cope, recogida por Europa Press.
Esta es la segunda moción de censura que presenta Vox al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez en esta legislatura. Y como la primera no prosperará.