Ferrovial tiene en nómina a dos hijos de un diputado del PP que blindó una concesión millonaria del grupo

La constructora contrató a la hija del actual diputado del PP en Cantabria César Pascual, entonces gerente del hospital de Valdecilla, en noviembre de 2013, cuando le adjudicó un contrato de 900 millones

El diputado del PP en Cantabria César Pascual, en una imagen de archivo. PP

Ferrovial manipuló durante décadas licitaciones públicas de cientos de millones en España

La constructora Ferrovial tiene en nómina a dos hijos de César Pascual, actual diputado del PP en Cantabria. La primera de esas contrataciones se produjo en 2013, cuando Pascual, entonces gerente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, adjudicó un multimillonario contrato para la gestión no sanitaria de este centro al grupo de la familia Del Pino, al que luego blindó durante más de dos años de posibles indemnizaciones por incumplimientos de contrato.

El polémico macrocontrato de Valdecilla, marcado por sobrecostes, deficiencias y lo que partidos políticos y sindicatos de Cantabria han tachado de «privatización encubierta”, comprendía terminar las obras de ampliación de este centro, cuya fachada se derrumbó en 1999 (murieron cuatro personas), y la concesión de todos los servicios no sanitarios, con un coste para la Administración de más de 900 millones de euros durante 20 años.

El contrato se adjudicó a Ferrovial, protagonista en las últimas semanas por su polémico traslado a Países Bajos, que va a plantear a sus accionistas el próximo 13 de abril. Fue la elegida en alianza con la empresa local Siecsa. Con el Gobierno cántabro entonces con mayoría absoluta del PP, esa adjudicación fue el colofón a casi dos décadas de obras, costes disparados, problemas económicos y retrasos continuos en la renovación del centro.

La consejera de Sanidad era entonces la actual líder popular en Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, que nada más asumir esa cartera, en 2011, nombró gerente de Valdecilla a César Pascual. Fue este, y no la consejera, quien firmó la resolución del “contrato de colaboración entre el sector público y el sector privado para la realización de una actuación global e integrada” en el hospital cántabro.

Tras un proceso de “diálogo competitivo”, Ferrovial acabó presentando la única oferta, tras apearse del proceso otras tres UTES formadas por grandes constructoras como OHL, ACS, Acciona o San José. Según la documentación disponible en la plataforma de contratación del Estado, Pascual firmó la adjudicación el 23 de noviembre de 2013. Y ese mismo mes, Ferrovial contrató a su hija Andrea Pascual como ingeniera en el New Doha International Airport de Qatar, de acuerdo con su perfil en LinkedIn.

“Mi hija se incorporó en efecto el mismo mes pero estaba contratada con anterioridad”, asegura Pascual en un correo electrónico. El diputado, que ya ha anunciado en el Parlamento cántabro que no irá en las listas del PP para las elecciones del próximo 28 de mayo, explica que su hija “estaba trabajando en Marruecos para una empresa francesa y Ferrovial le ofreció un contrato muy sustancial en Qatar”. Y los contratos y visados para trabajar allí “no se formalizan en una semana ni mucho menos. No todos los ingenieros de caminos españoles dominan inglés y francés y menos aceptan trabajar en países árabes, sobre todo si son mujeres”.

Pascual defiende que su actuación en el procedimiento fue “intachable” y no tenía motivos para inhibirse ni hubo conflicto de interés. Argumenta que “la adjudicación del contrato se formalizó al único licitador que quedó después de todo el proceso y por tanto no cabía un supuesto posible trato de favor. El informe técnico dijo que cumplían y mi obligación como órgano de contratación era adjudicar. Si se hubiese dado el caso de más de un licitador obviamente me hubiera abstenido de la mesa de contratación como hubiera sido mi obligación pero no se dio el caso”.

Según Pascual, “para que exista un conflicto de intereses debe existir la posibilidad o la oportunidad de anteponer interés privado a la hora de elegir o tomar una decisión. En este caso no se dieron ninguna de las dos circunstancias: ni hubo que elegir ni tuve que decidir nada puesto que al cumplir los requisitos era obligada la adjudicación”.

Andrea Pascual sigue en Ferrovial: es actualmente project manager de Ferrovial en la ampliación del aeropuerto JFK de Nueva York, una de las obras más emblemáticas que el grupo de la familia Del Pino tiene entre manos.

El diputado popular reconoce asimismo que su hijo César también trabaja como ingeniero en la multinacional de los Del Pino. Se incorporó en 2018 y es jefe de producción en el proyecto de renovación de desvíos en la Línea de Alta Velocidad Madrid-Sevilla.

“Mi hijo entró en Ferrovial, como entró la mitad de su promoción”, dice. “Aprobó ingeniería de caminos a curso por año, sin repetir, y estaba entre los mejores”. “Las empresas, OHL, Ferrovial, todas, se disputan a los mejores”. “No tengo nada con Ferrovial, he trabajado con todas las empresas que se han adjudicado contratos de construcción, he estado 42 años en la Administración”, afirma Pascual, que dice que publicar un reportaje sobre sus relaciones con la multinacional es “inútil porque ya he anunciado mi retirada de la política”.

El diputado autonómico del PP, médico especializado en gestión sanitaria, fue director gerente de Valdecilla desde 2011 hasta 2015. En junio de ese año, cuando el PP ya enfilaba la salida del Gobierno cántabro y estaba en funciones, firmó una resolución relativa a la interpretación de una cláusula del contrato con Ferrovial que, en la práctica, impidió a la Administración regional sancionar y penalizar durante dos años a la adjudicataria por incumplimientos del contrato. “Ese blindaje no se ha hecho en ninguna concesionaria de Madrid”, dice una fuente del sector.

2 millones de perjuicio

Pascual adoptó esa resolución el 17 de junio de 2015, tres semanas después de las elecciones autonómicas de ese año. En ella establecía “que el criterio de aplicación del mecanismo de deducciones y la entrada en vigor de los objetivos de rendimiento vinculados a los indicadores de estado de la infraestructura y de calidad y disponibilidad de los servicios, sea de aplicación a partir de los seis meses de la entrada en funcionamiento de los mismos en la nueva infraestructura”. La otra condición era la puesta en marcha de una nueva herramienta informática, Aurora, para “registrar todas las incidencias que se puedan producir”.

“Yo entendía que el tema de las penalizaciones del contrato entraba en vigor cuando se hiciera el traslado del hospital viejo al nuevo, porque entendía que el funcionamiento del hospital viejo no se lo podía achacar a Ferrovial”, explica al teléfono Pascual. “Con este contrato ha habido muchísima polémica siempre” y el PSOE “ha planteado muchísimos recursos y demandas y los perdió todos”, añade.

El Gobierno cántabro del PRC y el PSOE declaró esa resolución lesiva para el interés público en abril de 2017, por entender que se emitió sin el informe jurídico preceptivo que exige la Ley de Contratos del Sector Público y se basó en “una interpretación forzada” del contrato de concesión, amparada en “lagunas” legales que no existían. Esto provocó, según la resolución del Ejecutivo cántabro, “que se favorezca de manera exclusiva al contratista, y que se opere en perjuicio de la Administración contratante”.

En 2019, la entonces consejera de Sanidad de Cantabria, María Luisa Real (PSOE), cifró ese perjuicio en “más de dos millones de pérdidas para los intereses públicos” durante esos más de dos años. La decisión de Pascual de bloquear posibles indemnizaciones la anuló en febrero de 2019 el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 3 de Santander, a instancias del Gobierno cántabro. Pero Ferrovial recurrió y el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) revocó esa decisión.

“La justicia me dio la razón, no a mí; se la dio a Ferrovial”, dice por teléfono Pascual, que asegura que los tribunales determinaron que su comportamiento “no fue lesivo para el Gobierno”.

En febrero de 2020, el TSJC anuló la suspensión cautelar de la resolución de Pascual que decretó el Gobierno cántabro en noviembre de 2016. Su principal argumento fue que, en contra de lo que planteó el Ejecutivo de Miguel Ángel Revilla, sí hubo un informe jurídico, del que se encargó no la Administración, sino dos empresas externas, una UTE formada por la consultora de construcción estadounidense Hill International y Antares Consulting, dedicada al sector sanitario.

El TSJC dictaminó que si bien “no se cumple” el requisito de que ese informe lo firmara la Consejería o la Dirección General de Sanidad de Cantabria, el hospital de Valdecilla “es una entidad dependiente del Organismo Autónomo llamado Servicio Cántabro de Salud. De modo que parece, en principio, desvinculado de la organización o dependencia de las Consejerías o Direcciones Generales del Gobierno de Cantabria. Parece no dependiente ni de su organización jerárquica, ni presupuestaria… etcétera”.

“Por lo que, es lógico que los servicios de asesoramiento jurídicos también tuvieran que ser propios, y por lo tanto se entiende que el director del Hospital, en un momento dado, y teniendo en cuenta la complejidad del Contrato a implantar”, externalizara la asesoría jurídica, según la sentencia del TSJC.

“No sé a qué se debe esa insistencia en considerar que yo tuve un posible trato de favor con Ferrovial cuando ha quedado demostrado en los numerosos recursos judiciales que tuvo el proceso que se realizó con absoluta trasparencia y ajustado a derecho”, señala Pascual, que asegura que “ni un solo proceso judicial falló en contra del contrato”.

No obstante, sí ha habido resoluciones en ese sentido, como la que dictó en marzo de 2021 el Tribunal Supremo, que obligó a Ferrovial y Siec a costear el mantenimiento del sistema quirúrgico robotizado Da Vinci IS3000, que supone más de 163.000 euros al año y tiene implicaciones sobre el resto de tecnología presente o futura del centro, según indicó entonces el Ejecutivo cántabro.

“Otra cuestión es que políticamente a algunas fuerzas no les gustasen los contratos de colaboración público privada”, dice Pascual. “Pero una cosa es la valoración política y otra muy diferente que el contrato no fuera exquisitamente formalizado ateniéndose a la ley de contratos”.

Ambulancias en Madrid

Los caminos de Ferrovial y Pascual volvieron a cruzarse en 2018, año en que la constructora contrató a su hijo César. Él era director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad de Madrid con Cristina Cifuentes como presidenta. Y fue imputado junto a otros tres altos cargos por supuesta prevaricación en el concurso sobre el transporte de ambulancias a hospitales del SUMMA (Servicio de Urgencia Médica de Madrid) que adjudicó el servicio a Ferrovial.

Finalmente, a principios de 2019, y con Pascual ya cesado en el Gobierno madrileño, el Juzgado de Instrucción 51 de Madrid archivó la querella que presentó la empresa que quedó primera en el concurso, Ambulancias Alerta, cuya oferta fue la más barata, de 72,3 millones. Esta empresa aportó grabaciones en las que los altos cargos del gobierno madrileño (entre ellos Pascual) presionaban para que renunciaran al contrato porque, sostenían, habían ofrecido una rebaja excesiva. Alerta renunció y el contrato se lo quedó por 76 millones la segunda clasificada, Ferrovial, que ya prestaba ese servicio.

“Participé en una investigación por un conflicto con Ambulancias Alerta, pero no tenía nada que ver con Ferrovial. Se mezcla todo. Yo no era órgano de contratación ni estaba en la mesa de contratación”, dice Pascual, que tras archivarse ese procedimiento fue número 7 de la candidatura del PP de Cantabria para las elecciones autonómicas de mayo de 2019.

La adjudicataria del contrato del hospital de Valdecilla pertenece a Ferrovial Servicios, cuya venta al fondo Portobello cerró hace un año Ferrovial, aunque conserva una participación del 24,7% en esa filial, rebautizada como Serveo. Según El Economista, a finales de 2022 Ferrovial y Portobello contrataron a Santander para tratar de vender esa concesión. Según fuentes del mercado, actualmente no está en venta.

Qué son las primarias abiertas que exige Podemos para unirse al Sumar de Yolanda Díaz

Numerosas formaciones de izquierdas han confirmado su presencia en el acto de presentación de la formación en Madrid. Por su parte, Podemos exige a la ministra de Trabajo un compromiso por escrito de que habrá primarias abiertas.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 7 de marzo de 2023, en Madrid

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, durante una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 7 de marzo de 2023, en Madrid.  Ricardo Rubio / EUROPA PRESS

¿Primarias abiertas sí o no? Este domingo, 2 de abril, Yolanda Díaz presenta de manera oficial su nuevo partido, Sumar, de cara a las próximas elecciones y numerosas formaciones del espectro de la izquierda ya han anunciado su presencia.

La incógnita de si acudirá Podemos o no al acto que tendrá lugar en Madrid se debe a un escollo entre el partido de Ione Belarra y el de la ministra de Trabajo a cuenta precisamente de las primarias abiertas. Los morados piden por escrito a la vicepresidenta segunda del Gobierno su compromiso al respecto.

¿En qué consisten las primarias?

Empecemos por el principio. Las elecciones primarias son el método que algunos partidos políticos utilizan para decidir quiénes serán sus candidatos a los comicios, ya sean municipales, autonómicos o generales.

¿Qué son las primarias abiertas?

A diferencia de las primarias cerradas, en las que tan solo pueden votar los militantes del partido en cuestión, en las primarias abiertas el proceso posibilita que pueda participar en él cualquier persona sin importar si está afiliada o no a la formación.

 

El Gobierno acuerda con la Iglesia eliminar dos de sus exenciones fiscales

El pacto afecta a las Contribuciones Especiales y al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). El Ministerio de Presidencia ha emitido un comunicado conjunto con la Conferencia Episcopal. 

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, junto al Papa Francisco, este lunes.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, junto al Papa Francisco.  Pool Moncloa

El Gobierno de Pedro Sánchez y la Conferencia Episcopal Española han alcanzado un acuerdo por el cual se tramita la renuncia a las exenciones fiscales que afectan a las Contribuciones Especiales y al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Así lo ha anunciado este miércoles un comunicado conjunto emitido por el Ministerio de Presidencia y la institución eclesiástica.

«Con este fin, el Gobierno procederá a la derogación de la Orden Ministerial de 5 de junio de 2001 del Ministerio de Economía y Hacienda donde se regula la inclusión del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICO) en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos», señala el texto.

El acuerdo, según el comunicado, «se desarrolla en la voluntad compartida entre el Gobierno de España y la Conferencia Episcopal Española de equiparar el régimen fiscal de la Iglesia católica con las entidades sin ánimo de lucro, conforme al principio de no privilegio y no discriminación».

Este miércoles se hace efectivo dicho acuerdo mediante el correspondiente canje de notas entre el Gobierno y la Nunciatura Apostólica. Para ello, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se reúne personalmente con el Nuncio, Monseñor Bernardito Auza, y el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Juan José Omella.

Los grupos, sobre el acuerdo entre Podemos y Sumar: «La izquierda no puede permitirse la desunión»

Portavoces de los distintos grupos parlamentarios (Podemos, ERC, EH Bildu, Más Madrid, Compromís, etc) se pronuncian sobre el acuerdo entre Podemos y Sumar. Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos, ha intentado mostrar positivismo tras el fracaso de la negociación de ayer entre estos dos grupos para lograr un pacto de mínimos, que promulgue unas primarias. En líneas generales, el resto de portavoces han mostrado su deseo de avanzar hacia una confluencia. Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.

La Marea Blanca no se rinde en Madrid con miles de personas en la manifestación contra la gestión de Ayuso

Decenas de miles de personas han recorrido el centro de Madrid por una «sanidad madrileña pública, universal y de calidad» convocados por sindicatos, asociaciones vecinales y plataformas por la sanidad pública.

26/03/2023 Manifestación por la sanidad en Madrid

Cabecera de la manifestación convocada por diferentes organizaciones sanitarias de la Comunidad de Madrid en defensa de una sanidad pública, universal y de calidad, 26/03/2023.  Juan Carlos Hidalgo / EFE

Una semana después del acuerdo entre el sindicato médico AMYTS y la Consejería de Sanidad que puso fin a la huelga de médicos pese a no incluir la contratación de más profesionales, una nueva manifestación en defensa de una sanidad «pública, universal y de calidad» ha recorrido Madrid un domingo más.

Decenas de miles de personas han recorrido, más de 50.000 según los organizadores, las arterias centrales de la capital en un día plenamente primaveral, llamados por asociaciones en defensa de la sanidad pública, sindicatos y organizaciones vecinales y de consumidores.

Convocada en Plaza de España a las 12 horas y con destino Atocha, el comunicado conjunto reclama «apostar claramente por la Atención Primaria» con financiación y recursos, mantener todos los Servicios de Urgencias Extrahospitalarias, acabar con «las privatizaciones y externalizaciones encubiertas». Los organizadores, con esta marcha, protestan ante la ausencia de medios que afecta «a la correcta atención y salud de los y las pacientes» y «la sobrecarga de trabajo que el personal sanitario tiene que soportar».

«El estado de salud de la sanidad pública madrileña es mala. Las causas son la financiación más baja de España, que además gran parte de ese dinero se va a conciertos privados con ánimo de lucro, y unas grandes listas de espera interesadas para que acusan a la sanidad privada», ha agotado Carlos Castaño, médico de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (AFEM).

El sanitario, traumatólogo en el Hospital Gregorio Marañón de la capital, considera un «maltrato profesional» a los profesionales de la salud por, entre otras causas, tener las guardias peor pagadas de España y no tener acceso a la jornada de 35 horas que sí disfrutan otros trabajadores públicos.

En su opinión, el acuerdo que puso fin a la huelga de Atención Primaria es un «éxito» pese a no solucionar todos los problemas que afectan a la base del sistema sanitario porque «limita las agendas y así mejora la atención a los pacientes». Para el presidente de AFEM, la subida salarial alcanzada «supone un incentivo para que los médicos que quieren hacer primaria no se vayan a otras comunidades. Esperemos que se cumpla».

Quique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) ha lanzado un mensaje a la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso: «No vamos a desaparecer, hasta que recuperemos nuestro sistema público de sanidad«.

Desde el sureño y popular distrito de Villaverde ha venido Ángeles para defender la salud pública del «robo que está haciendo Ayuso no poniendo el dinero que tiene que poner. No hay médicos y no han reabierto las urgencias como dijo». El acuerdo de Atención Primaria «ya estaba prometido de antes, pero la situación sigue igual. Tengo una cita con el médico de cabecera para dentro de más de un mes».

La protesta ha contado con la asistencia de los secretarios generales de la Unión General de Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras. También han participado los partidos de la oposición de izquierda PSOE, Más Madrid y Podemos, con la presencia de Juan Lobato, Mónica García, Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor.

La marcha se ha cerrado con la lectura de discursos finales en la Glorieta de Carlos V por parte del presentador El Gran Wyoming y la actriz Lola Manzanares: «Es necesario y urgente conseguir mayor financiación para la sanidad pública madrileña. Un año más vuelve a estar a la cola de las comunidades autónomas. En los presupuestos de 2023 la Comunidad de Madrid aumentó las inversiones en Sanidad. Es urgente mejorar las condiciones laborales del personal sanitario».

«El Gobierno del Partido Popular deja de lado a una población vulnerable cada vez más desamparada para que acudan a la sanidad privada. La sanidad pública es un obstáculo para el afán privatizador del PP madrileño. La ciudadanía junto a los profesionales sanitarios nos hemos unido para defender una sistema sanitario público, universal y de calidad», ha destacado la arenga de cierre.

Esta enésima protesta sanitaria madrileña ha sido precedida en Andalucía por las organizadas este sábado en las ochos provincias por la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas para parar la privatización sanitaria y reducir las listas de espera. El sábado hubo también movilización por la sanidad pública en Canarias.

Santos Cerdán: «Al PSOE nos gustaría un entendimiento entre Podemos y Sumar»

Ser secretario de organización de una fuerza política nunca es un cargo fácil. Desde el verano de 2021 el puesto en el PSOE lo ocupa Santos Cerdán (Milagro, Navarra, 1969). El dirigente navarro lleva cerca de Pedro Sánchez desde sus exitosas primarias de 2017. Él fue el encargado de llevar los avales a la sede de Ferraz, uno de los momentos icónicos en aquel proceso frente a Susana Díaz. Compagina las tareas orgánicas con su escaño en el Congreso y es el coordinador del Comité Electoral de los socialistas de cara a las municipales y autonómicas del 28 de mayo. Cerdán atiende a Público en una entrevista sobre la expectativas electorales del PSOE, el papel del PP de Alberto Núñez Feijóo, la situación a la izquierda de los socialistas y otras cuestiones de actualidad. Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.

Los responsables de los «protocolos de la vergüenza» en las residencias de Madrid declaran por primera vez en un juzgado

El exdirector de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur, y el exconsejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, declaran como testigos en una investigación sobre las muertes en los centros de mayores durante la primera ola de la covid.

Varias personas se manifiestan junto a marea de Residencias y Verdad y Justicia durante un homenaje-vigilia por las víctimas de la covid-19, a 18 de marzo de 2023, en Madrid (España).

Varias personas se manifiestan durante un homenaje-vigilia por las víctimas de la covid, a 18 de marzo de 2023, en Madrid.  Gustavo Valiente / Europa Press

Tres años después de que el Gobierno presidido por Isabel Díaz Ayuso aprobara los protocolos que impidieron que casi la totalidad de los residentes en los centros de mayores de la Comunidad de Madrid fueran derivados a hospitales cuando estalló la pandemia de la covid-19, un juzgado va a investigar en qué condiciones murieron estas personas. Así, por primera vez declararán como testigos ante un juez el entonces responsable de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur, y el exconsejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero.

La comparecencia tiene lugar este jueves 23 de marzo a partir de las 10.00 horas en los juzgados de Plaza de Castilla. El primero en testificar será, previsiblemente, Mur, como firmante de los documentos, y sobre las 11.00 horas lo hará Reyero.

Durante la primera ola de la covid, entre marzo y abril de 2020, 7.291 mayores perdieron la vida en los geriátricos madrileños sin ser trasladados a un centro hospitalario. «Nosotros ya sabíamos que las derivaciones estaban paralizadas antes del 18 de marzo, cuando se firmó el primer protocolo», explica en una conversación con Público María Jesús Valero, portavoz de Marea de Residencias. Ella misma cuenta, entre el dolor y la indignación, que su padre fue uno de los fallecidos. Desde entonces, no ha parado de mover cielo y tierra para que «la cruda verdad» sobre lo ocurrido se esclarezca.

Cuando arrancó la pandemia en 2020 se firmaron hasta cuatro de los llamados «protocolos de la vergüenza», los días 18, 20, 24 y 25 de marzo. En esos documentos se expresaba específicamente la orden de no desplazar a personas que tuvieran un problema cognitivo o de movilidad. «Todo el mundo sabe que prácticamente cualquiera que esté en una residencia tiene, o bien una, o las dos afecciones. Así que se libraron pocos», critica Valero. Junto a otras familias víctimas de esta «desastrosa» gestión han llegado a presentar en los tribunales más de 300 querellas, de las cuales solo hay 106 abiertas.

«Más grave, aún si cabe, son las llamadas a centros de salud a causa de otras patologías diferentes a la covid que tampoco trasladaban», lamenta Valero que recuerda que el número total de fallecidos se eleva a los 9.470 residentes. La comunidad trató de apaciguar las aguas bajo la excusa de que sus decisiones se tomaron en base a criterios clínicos, pero Marea de Residencias y Verdad y Justicia dudan de esa versión e insisten en la necesidad de una investigación a fondo: «Queremos saber por qué se decidió que nuestros familiares murieran solos y sin condiciones sanitarias dignas», dice.

«Nosotros queremos dejar claro que apoyamos esta iniciativa del Juzgado de Instrucción 9 de Madrid. Hasta el momento, es el único que se ha atrevido a llamar a declarar a los auténticos responsables y ha cumplido con el auto del Tribunal Supremo que mandaba indagar el origen y la autoría de estas resoluciones prohibitivas», asevera Valero.

Las trabajadoras se suman a las denuncias

El Gobierno de Ayuso nunca llegó a medicalizar los geriátricos, como se había comprometido cuando se dispararon los casos de coronavirus. De hecho, fueron los propios trabajadores de los centros de mayores quienes denunciaron inicialmente la «situación de descontrol» en el confinamiento.

«No teníamos nada, ni medios, ni un mal gotero para que pudieran hidratarse. Ya no digo salvarles o alargarles la vida, sólo dejarles morir con dignidad«, recuerda María Ángeles Maquedano, auxiliar en una residencia. La trabajadora confiesa que las semanas que transcurrieron desde que se declaró el estado de alarma hasta Semana Santa (cuando «por fin empezaron a llevarse a la gente a los hospitales») fueron las peores en sus 15 años de experiencia en el sector.

Maquedano asegura que no se dio un trato adecuado a los mayores «porque no había recursos de ningún tipo» y narra cómo los residentes se contagiaron al no poder separar entre los infectados con covid y los que no «por una cuestión de espacio y de falta de directrices». Al presagiar lo que se vaticinaba y enterarse de las primeras muertes, muchos familiares intentaron sacar a sus mayores de los centros, pero la mayoría no lo consiguió. «Nos contactaban hasta por redes sociales para saber algo de los residentes porque la dirección del geriátrico no facilitaba ninguna información, y apenas podían comunicarse con ellos«, afirma la auxiliar.

Llama la atención que no haya sido hasta ahora cuando hayan llamado a declarar a Reyero, cuando fue él mismo quien reconoció tras dimitir, en unas declaraciones recogidas por este medio, que el Gobierno de Ayuso le negó la ayuda que pedía para poder salvar las vidas de los residentes. Es más, la propia Audiencia de Madrid ha llegado incluso a considerar «improcedente» que declararan los responsables. Por ello, aunque las asociaciones por la verdad y la dignidad de los fallecidos en las residencias reciben la noticia de la investigación en el juzgado con los brazos abiertos, aún no dan nada por conseguido y ponen la vista en Europa como próximo escalón jurídico al que apelar.

 

Albares acusa al PP de «involución» por abstenerse en la moción de censura de Vox y Tamames

«Aquí en Bruselas lo que no se entiende es cómo es posible que exista un partido de derechas que no se oponga con claridad y nitidez a una moción de censura presentada por la extrema derecha», afirma el ministro de Asuntos Exteriores.

El presidente de VOX, Santiago Abascal (i), y el candidato de la moción de censura, el profesor Ramón Tamames (d), a su llegada a una comparecencia ante los medios en el Congreso de los Diputados, a 16 de marzo de 2023, en Madrid (España).

El presidente de VOX, Santiago Abascal (i), y el candidato de la moción de censura, el profesor Ramón Tamames (d), a su llegada a una comparecencia ante los medios en el Congreso de los Diputados, a 16 de marzo de 2023, en Madrid (España).  Jesús Hellín / EUROPA PRESS

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha acusado este lunes al presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, de «involución» por abstenerse en la moción de censura presentada por Vox, afirmando que ya se prepara para gobernar con la formación de Santiago Abascal tras las elecciones locales y autonómicas del 28 de mayo.

«Aquí en Bruselas lo que no se entiende es cómo es posible que exista un partido de derechas que no se oponga con claridad y nitidez a una moción de censura presentada por la extrema derecha y cómo se ha producido una involución del PP que ha pasado del no de Casado a la abstención de Feijoo», ha asegurado el titular de Exteriores en declaraciones desde Bruselas donde participa en la reunión de ministros europeos del ramo.

La abstención del PP a la candidatura de Ramón Tamames «solo tiene una lectura» para Alabares y es que el líder del PP ya prepara a su formación para gobernar con Vox. «No quiere molestar a los que son sus socios futuros», ha subrayado 24 horas antes de que arranque la moción de censura.

El titular de Exteriores ha insistido en que la moción es un instrumento constitucional «de primera importancia» y como tal el Gobierno la encara «con mucha seriedad». «Mañana los españoles van a poder ver con claridad dos programas de gobierno para España», ha afirmado, indicando que el proyecto de Pedro Sánchez «mira hacia el futuro» y está «encarnado en valores europeos» y el de «la derecha y la extrema derecha» por su lado «mira hacia el pasado».

La secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, ha manifestado este lunes en Bilbao que su partido no participará en el «show político que erosionará la democracia» y ha realizado un llamamiento a desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa en las urnas el próximo 28 de mayo. «No puede utilizarse una moción de censura para una promoción personal o de operación de propaganda a costa de la calidad democrática de nuestro país», ha advertido.

Para Gamarra, la moción de censura «que establece la Constitución», no está siendo utilizada con «la finalidad constitucionalmente establecida, se utiliza como una campaña de marketing y por puro electoralismo».

«Y nosotros en esto no participamos y no participamos porque para nosotros es clave el respeto a las instituciones y el respeto a los instrumentos que nuestra propia democracia nos da. No puede utilizarse una moción de censura para una promoción personal o para una operación de propaganda a costa de la calidad democrática en nuestro país», ha subrayado.

Temas más importantes

La portavoz nacional de CS y coordinadora autonómica en Baleares, Patricia Guasp, ha criticado este lunes que la moción de censura propuesta por Vox hace «perder el tiempo» a otras políticas y temas «más importantes» y además «le hace el juego» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y también al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo».

Por su parte, Abascal ha asegurado que tiene «la conciencia tranquila» de cara a la moción de censura, al tiempo que ha pedido al Partido Popular que escuche la intervención del candidato propuesto a la presidencia del Gobierno, Ramón Tamames, y replantee su voto.

«Yo estoy tranquilo y, sobre todo, no solo tranquilo de ánimo sino con la conciencia tranquila porque creo que estamos haciendo lo correcto. Creo que los españoles estamos padeciendo el peor Gobierno en muchísimas décadas, cada uno que elija cuantas. Desde luego elijo muchísimas», ha manifestado Abascal en una entrevista en Cadena Cope, recogida por Europa Press.

Esta es la segunda moción de censura que presenta Vox al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez en esta legislatura. Y como la primera no prosperará.

Tamames, según Carrillo y otros viejos camaradas

El candidato de Vox en la moción de censura llegaba tarde a los mítines, intentó desplazar a Marcelino Camacho para ser diputado y sembró las sospechas en el ex secretario general del PCE de que podía haber sabido algo del 23-F

EXCLUSIVA — El discurso de Tamames en la moción de censura: “España se asemeja a una autocracia absorbente”

El secretario general del PCE, Santiago Carrillo, con el teniente de alcalde de Madrid, Ramón Tamames, el 8 de septiembre de 1980.El secretario general del PCE, Santiago Carrillo, con el teniente de alcalde de Madrid, Ramón Tamames, el 8 de septiembre de 1980. EFE/Ángel Millán/jt

Ramón Tamames era un profesor de prestigio en la Transición. Y en esos ejes cruzados del PCE, entre el partido del interior y el partido del exterior; entre el partido de obreros y el partido de intelectuales; Tamames encarnaba el partido del interior y de intelectuales. Pero no sólo eso, el ahora candidato de Vox a la moción de censura contra Pedro Sánchez, hace medio siglo ya demostraba una manera de actuar que se ha ido consolidando con el tiempo.

Tamames ensaya un popurrí con clásicos ultras para su actuación en la moción de Vox

Tamames ensaya un popurrí con clásicos ultras para su actuación en la moción de Vox

Según cuenta el ex secretario del PCE Santiago Carrillo en sus memorias (Planeta, 2008), Tamames le planteó que Marcelino Camacho, número dos de la lista, fundador de CCOO y con nueve años de cárcel en Carabanchel a sus espaldas, debería renunciar para cederle su escaño si no salía elegido.

“La noche del escrutinio”, relata Carrillo en sus memorias sobre lo que ocurrió aquel 15 de junio de 1977: “en nuestro domicilio de la calle Castelló –que nos había donado Teodulfo Lagunero y que por estar situado en lo que entonces se denominaba zona nacional de Madrid tenía los aires de un búnker–, cuando empezaron a caer los primeros resultados, se produjo una visible desilusión en alguno de nuestros camaradas, que indudablemente esperaban más. Quien la manifestó claramente fue Ramón Tamames, el cuarto de nuestra candidatura por la circunscripción capitalina, cuya elección era en ese momento dudosa. Aislándose conmigo en el despacho que yo ocupaba, me planteó que Marcelino Camacho debería renunciar para cederle su escaño si él no salía elegido”.

Sobre este momento, el ex líder del PCE en la Transición apunta: “Aun comprendiendo las ganas –y sin duda los títulos– que Tamames tenía de ser diputado en aquellas Cortes que debían ser Constituyentes, la gestión me causó malestar. ¿Cómo iba a plantearle yo en aquel momento a Marcelino Camacho, quien también tenía sus méritos, que probablemente tendría que ceder su puesto? Salí del paso diciéndole a Ramón que estuviera tranquilo, pues en caso necesario yo le cedería mi puesto en el Congreso. Ninguna cesión fue necesaria pues Tamames resultó también elegido”.

En aquellas elecciones de 1977, el PCE sacó el 9,33% de los votos y logró 20 escaños. Y, efectivamente, consiguió cuatro diputados por Madrid: Santiago Carrillo, Marcelino Camacho, Simón Sánchez Montero y Ramón Tamames.

El gesto de Tamames, no obstante, era una señal de lo que ocurría con algunos dirigentes del PCE a finales de los setenta y principios de los ochenta. “Mi malestar tenía un fundamento más amplio que el caso concreto que se me planteaba”, abunda Carrillo: “Empezaba a darme cuenta del efecto que el reducido resultado iba a producir en una serie de camaradas, que habiendo merecido sobradamente el cargo de diputado por su participación en la lucha democrática y que al no ser elegidos iban a sentirse frustrados, máxime cuando iban a tener que ver en los mismos bancos de la izquierda a muchos conocidos suyos que ‘no habían dado un palo al agua’ bajo eI franquismo y que sin embargo habían conseguido escaño [con el PSOE]. Esta situación iba a tener mucha influencia en los problemas internos que habría de conocer el PCE. Y la responsabilidad de ella iba a atribuírseme a mí, no a la ‘reprobación militar’, ni a otros factores objetivos que indicaban que la recuperación comunista, de lograrse, iba a requerir tiempo”.

Generales en el Gobierno

En el momento en el que Santiago Carrillo recuerda el contexto de la moción de censura de Felipe González contra Adolfo Suárez, en mayo de 1980, explica: “La moción de censura permitió a Alfonso Guerra pronunciar un brillante discurso de presentación y a Felipe González lucir sus indudables cualidades de hombre político debatiendo el programa de Gobierno. El debate fue un serio golpe para Suárez, del que no le repuso la moción de confianza que poco más tarde iba a hacer aprobar. Su suerte, en cierto modo, estaba echada”.

“A partir de ahí”, prosigue Carrillo, “se incrementaron las conspiraciones de todo género. Empezó a hablarse de un ‘Gobierno de gestión’, que parecía contar con el beneplácito de algunos socialistas. Tarradellas habló de ‘un viraje’. Hasta Ramón Tamames se pronunció por la entrada de algún general en el Gobierno, por dos veces seguidas, a lo que yo contesté desautorizándole públicamente. La rebelión de los barones de UCD contra Suárez era cada vez más visible. El presidente estaba cada día más aislado, como tuve ocasión de comprobar en una importante entrevista, en la que ya se le daba por fracasado, dos meses antes de su dimisión”.

Este episodio, el de Tamames abogando por incluir militares en el Gobierno, levantó más sospechas en Carrillo, según explicaba en una entrevista con Pablo Iglesias en 2011, hasta el punto de afirmar que podría haber sabido algo del golpe.

“Yo tengo la convicción ahora de que Tamames sabía algo”, decía Carrillo, “porque hizo dos veces declaraciones a favor de un gobierno presidido por un militar. Y las dos veces yo tuve que hacer declaraciones públicas desautorizándole. Y toda la evolución posterior hacia la derecha de Tamames me hace pensar que él sabía algo”.

Bronca

“Imagina”, relata un viejo militante comunista: “Acto central de campaña en la plaza de Agustín Lara, de Madrid, con Simón Sánchez Montero y Marcelino Camacho. Quedan todos en la sede del comité provincial, Atocha, 20. Llega Simón, llega Marcelino, pero Tamames, candidato a alcalde, no llega”.

“La plaza, llena”, prosigue: “Se va echando la hora y Tamames, que no aparece, y es el orador central. En Atocha quedamos un grupo de camaradas muy jóvenes de la UJCE [Juventudes del PCE], con la consigna de que, en cuanto aparezca Ramón, le llevemos al lugar del mitin por la vía más corta. El coche del partido ya llevó a Simón y Marcelino, pero es todo cuesta abajo y Tamames presume de deportista”.

El viejo militante continúa: “Por fin, llega. Se baja majestuosamente de un taxi y le decimos lo que hay. Y allí mismo nos monta un pollo espectacular: ‘Que si qué es esto, que si sabemos quién es él, que qué es eso de que le lleven corriendo unos niñatos…’ El espectáculo era tremendo. El tipo grita y gesticula como un poseso. La gente, que lo conoce por la tele, se para a mirar. Nosotros no sabemos dónde escondernos”.

“En eso”, rememora la fuente, “baja un veterano del partido con 20 años de cárcel en la mochila. Se va tranquilamente hacia él, le agarra de las solapas y le dice: ‘Ramón, siempre has sido y serás un gilipollas’. Y termina con un: ‘Anda, tira p’allá con los chavales, que te están esperando…’ Tardamos 10 minutos en llegar a la Corrala”.

“No te podré creer en la vida, Ramón”

Esta semana, el concejal de Más Madrid Félix López-Rey ha compartido un antiguo vídeo en el que aparecen él mismo –entonces edil de IU en Madrid– abroncando a quien hasta ese momento había sido su compañero de formación, Ramón Tamames, después de haberse pasado al CDS y dar sus votos para desalojar de la alcaldía a Juan Barranco para encumbrar a Agustín Rodríguez Sahagún (CDS) con los votos del PP de José María Álvarez del Manzano.

“Al obrero de Palomeras, al obrero de San Blas, al obrero de Orcasitas, lo has engañado”, le echaba en cara López-Rey, visiblemente molesto ante las cámaras de TVE. “Le has traicionado, Ramón”, recalcaba el concejal. “Les hablabas de giro copernicano, ¡pero qué giro copernicano era ese!”, prosigue en el vídeo. “No te podré creer en la vida, Ramón, me has decepcionado totalmente, yo te admiraba”, zanja López-Rey mientras el Tamames de la época trata de explicar su postura a trompicones y con palmadas en la espalda.

López-Rey recuerda en Twitter que Tamames “pasó de ser concejal de Izquierda Unida a votar como tránsfuga a favor de la derecha”. “En los barrios nunca lo entendimos”, dice. “Abrió las puertas a la derecha en Madrid. Les dio su voto y gobernaron 25 años. Tamames ya nos decepcionó”, insiste López-Rey en su mensaje. El ahora concejal de Más Madrid y futuro número dos de Rita Maestre en las próximas municipales de mayo, advierte de que “de aquellos polvos vienen estos lodos”.

“Ahora quieren repetir la fórmula con España. No le subestimen”, pide López-Rey.